viernes, 5 diciembre, 2025

Yo tuve el ombligo frío

Democracia entre tornillos: Natalio el ferretero, por F. Navarro

Natalio lleva las gafas en la mitad de la nariz. Son de medio cristal. Levanta la vista por encima de los lentes, eso le da un aspecto, a la vez, de senectud y cachondeo. Es ferretero y ajusta las cuentas con el bolígrafo y un papel, no usa la calculadora porque dice que las operaciones que hace la máquina las sabe resolver él perfectamente

Optimismo en el “Palais des mouches”, por F. Navarro

Hay gente que destaca por su optimismo, no sé si antropológico y sobre todo por un positivismo enfermizo y a pies juntillas. Recuerdo que en...

Juicios de valor, por F. Navarro

El amor es lo que queda dentro cuando cierras la puerta de casa; tras la pasión, el odio, los celos y el rencor, ese sentimiento que permanece cuando miras tiérnamente a los ojos a la mujer que lleva contigo toda la vida —o todas las vidas—, eso es el amor

Oficios y tiempos ya perdidos, por F. Navarro

En Galicia les llaman «zapateiros» a quienes se ganan el pan sentados. Los agricultores de estas tierras del Señor a esos mismos y a los considerados como gente de feria, les llamaban «artistas». Ambos apelativos han sido sinónimo de hambre y docenas de hijos

Mujeres, por F. Navarro

En esta tierra de Dios las mujeres se han vestido siempre por los pies. Mujeres bragadas que no se amilanan por fechas concretas en el calendario. Han peleado por sus derechos a brazo partido, nunca mejor dicho

Carnaval, carnaval…, por F. Navarro

Uno siempre fue muy carnavalero. Hasta que hubo que encomparsarnos, acompasándonos a como decían quienes mandaban. Lo que no consiguió ninguna dictadura mediante calabozos, multas y vergazos, lo consiguió un alcalde socialista.

La lluvia lava nuestras culpas, por F. Navarro

Diluvia. Como si el cielo quisiese lavar nuestras culpas. Las gentes cuando llueve se meten en los bares, ¿qué van a hacer?

El atrevimiento de los bombardinos, por F. Navarro

Martínez aparcó el coche, ese que nadie sabía por qué marchaba y se puso a caminar tranquilamente por la calle de Socuéllamos, camino de la plaza, con su sobrino Juan de Mata

Historias de perros, por F. Navarro

La perra es color canela, o más claro, de una raza indefinida que parecía labradora cuando llegó; sólo le falta hablar. Se llama Reina y hace honor a su nombre. Conoce todas las técnicas para conseguir sus deseos y las aplica inapelablemente

Hablando con Félix Grande de lo que pica la paja de cebada, por F. Navarro

Ha muerto el poeta Félix Grande. Uno tiene la suerte, o la desgracia, de ser el último premiado con el galardón que lleva su nombre en la Fiesta de las Letras de Tomelloso

Montesinos, por F. Navarro

La ficción se confunde con la realidad y más cuando hay cuartos de por medio

Comprando en los chinos, por F. Navarro

La tarde de un sábado veraniego, bochornoso, con el aturdimiento y el odio a todo el género humano propio de la media hora de siesta anterior, dedicada a reparaciones domésticas. Hay cosas peores… O no

Calatrava (iniciática), por F. Navarro

El gitano aquel cojo, ¿os acordáis? Ese que apoyaba la panza sobre la vuelta de la garrota. ¿De verdad no os acordáis? ¡No me deis la razón cómo a los locos! Si no os acordáis, no os acordáis

El último adiós de un bromista, por F. Navarro

Don Áureo Quiralte falleció en su domicilio de la calle de Espartero. Fue trasladado a un tanatorio con nombre de santo; la funeraria tiene en las puertas de madera relieves de guadañas y relojes de arena

La nueva vida de Herminia Deogracias, por F. Navarro

Herminia Deogracias Expósito, a pesar de los apellidos incluseros pertenece a una eterna y modélica familia de Carrizosa, provincia de Ciudad Real. Doña Herminia es viuda, setentona y todavía está de buen ver. Enviudó hace cuarenta años de un capataz de camineros de Valdepeñas

Otro fin de año sin oír sonar los cuartos, por F. Navarro

Hoy termina el 2013, a las 12 de la noche. Siempre es lo mismo: nos preparan avisándonos de cómo van a sonar los cuartos. Uno lleva ya no sé cuántos años sin oírlos sonar y me parece que este tampoco, a pesar de los martillazos del reloj de Gobernación. Y la bola

Las artes marciales las carga el diablo, por F. Navarro

Siempre íbamos a los futbolines de la plaza. Había otros, tal vez mejores, pero aquellos eran los nuestros. Los días de colegio a las cinco y media de la tarde ya estábamos allí metidos, jugando si había dinero, o mirando, en caso contrario

La muerte de Ambrosio Rondilla, por F. Navarro

Ha muerto don Ambrosio Rondilla «industrial vinatero y poeta» según la elocuente necrológica que en «El Heraldo de la llanura» ha escrito Práxedes Muñoz...

Magia, por F. Navarro

Mediaba septiembre y todavía hacía calor. Aún usaban como salita el patio cubierto, pieza más fresca que la titular

El bayón: una historia de periodistas, por F. Navarro

Llevaba en su cabeza el bayón de «Ana»; recordó que en «Caro Diario»,  Nanni Moretti no podía sacarse esa pieza de las mientes. Tengo...

El ultimátum de la abuela, por F. Navarro

Ninguna de las dictaduras del siglo XX consiguió acabar con el carnaval ni la prostitución en Tomelloso. Esta se realizaba (realiza) siempre en casas para tal fin

La puerta verde (esperanza), por F. Navarro

La escena transcurre en la sala de espera de un quirófano, a primer ahora de la mañana. La pieza es estrecha vieja y sucia. Está pintada de amarillo, no es rectangular —y a nadie le importa—

Los Santos, por F. Navarro

En los Santos la gente estrena abrigo, come castañas, prende la calefacción y visita el cementerio

Seis de brumario, por F. Navarro

Uno —modestamente, como no podría ser de otra manera—, viene insistiendo desde hace tiempo de lo perjudicial que es la caída de la pámpana para la materia gris