Pablo Cabrerizo es Arquitecto titulado por la Universidad Politécnica de Madrid en el año 2010 y se postula como principal candidato para la remodelación de la Plaza de España de Tomelloso.
Nacido en Ciudad Real ha trabajado en diferentes despachos de arquitectura tanto en Madrid como en Ciudad Real, desempeñando diferentes funciones, principalmente la redacción de proyectos de vivienda. Cabe destacar el proyecto de 167 viviendas en Lanzarote desarrollado en 2012 pertenecientes a un Área de Renovación Urbana (ARU) de la isla.
Nos contaba Pablo que el proyecto va a tener 3 líneas generales. «En primer lugar la reordenación del tráfico en el centro alrededor de la plaza en el cual se ha planteado realizar un anillo de circunvalación en las calles colindantes a la plaza y que sean tangentes a la misma», explicaba Pablo. Con esto se podrá peatonalizar el centro de la plaza y habrá un tráfico reducido y fluido. El tráfico fluiría por la calle Campo hasta la calle Don Víctor Peñasco. En el resto de calles se crearía un anillo perimetral que funcionaría a modo de rotonda y redistribuiría el tráfico en función del itinerario de cada conductor.
La siguiente línea general tiene que ver con los pavimentos «algo que tiene bastante importancia en los pliegos». Se ha planteado «al estar geográficamente situado Tomelloso en el nuevo eje que se quiere plantear en la península que cruzaría desde Valencia hasta Lisboa, se ha tomado como ejemplos de pavimentos típicos tanto de la capital valenciana como de la capital portuguesa», explicaba Pablo. De Lisboa se ha cogido el empedrado portugués que está compuesto por adoquines blancos y negros y que formarán diferentes formas geométricas y de Valencia se apuesta por el trencadís, que también forma diferentes mosaicos a base de cerámica. Con esta apuesta se pretende ser más moderno y una puesta en valor de estos pavimentos.
La última línea que se ha seguido ha sido el de poner en valor las cuevas de Tomelloso. «Estuve informándome, vi que estaban con problemas de mantenimiento, que estaban incluidas en un catálogo en riesgo de desaparecer y se plantea un espacio escultural, a modo expositivo formado por una serie de tinajas de barro como las que se usaban en estas cuevas», explicaba Pablo. Estas tinajas también servirán para poner carteles o señales así como para conmemorar algún día. También se harán monumentos a la terrera, el picador y los picholeros.
Se plantean también zonas verdes conservando las ya existentes a modo de independizar la vía tangencial para aislar del ruido y de la contaminación visual y acústica. Separar los dos espacios, por un lado la zona peatonal y por otro la zona de tráfico, es el objetivo. En cuanto a los árboles serán de corte mediano, con una sombra agradable para los viandantes y de fácil mantenimiento.
Como novedad habrá una fuente que aun se está trabajando el diseño integrando un elemento como la tinaja.
