El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Tomelloso volvió a vivir una noche de emociones a flor de piel. Sensaciones, recuerdos y gratitudes en el homenaje a los docentes, a los maestros que se han jubilado en este año.
Recibieron el reconocimiento de toda la comunidad educativa y de todo el pueblo de Tomelloso, Marisol Vivar, del San Isidro, Magdalena Rodrigo, de Santo Tomás-La Milagrosa; Ángel Galindo del Airén; Jesús Ruiz Novillo, Alfonso Hernán y María Antonia Rivera del I.E.S Eladio Cabañero y Leopoldo Molina del García Pavón. No pudieron asistir al homenaje Pilar Ferrer del Santo Tomás-La Milagrosa y Concepción Pámpano del San José de Calasanz.
El concejal de Educación, Iván Rodrigo, señaló que el acto era una reconocimiento a la trayectoria, en primer lugar humana y personal y después, profesional y académica de unos docentes que han dedicado su vida “a construir la sociedad”. Han dedicado su labor a educar, señaló Rodrigo, quien como docente aseguró que “nos encontramos ante la profesión más bonita del mundo”. Todos los días, dijo, “percibimos como cala cada uno de los contenidos que trasmitimos” en las mentes que luego construyen una sociedad plural y a un futuro esperanzador. El pilar de la sociedad es la educación y, por tanto, los docentes, subrayó para acabar.
La alcaldesa, Inmaculada Jiménez, en el inicio del acto destacó que los docentes siempre han sido parte esencial de la sociedad y forman parte de todos nosotros, de nuestra vida, de la de nuestros familiares y de la de nuestros hijos. En ese largo viaje de los maestros, por educar, no ha sido un camino de rosas, señaló la alcaldesa, ha sido una vida entregada totalmente a la noble tarea de enseñar. Jiménez estaba segura, dijo, de que los docentes que se jubilaban habían dejado huella en sus alumnos y alumnas.
El joven David Osa y Manuel Rodrigo apadrinaron a Marisol Vivar. La presidenta de la Asociación de Empresarios de la Comarca de Tomelloso. Esther Belló, glosó la figura de Magdalena Rodrigo, del Santo Tomás-La Milagrosa. Ángel Galindo, profesor del IES Airén fue apadrinado por Natalia García, Patricia García y Carmen Marchante. Lucía Carretero y Paula Sánchez hablaron de Jesús Ruiz Novillo del Instituto Eladio Cabañero. Alfonso Hernán, del Eladio Cabañero, que en su intervención recordó a la gente de “boina, pañuelo y reloj Roskoff Patent”, recibió los elogios de Raúl López y Daniel Ramírez. De la profesora María Antonia Rivera, también del Eladio Cabañero, hablaron Celia Ortega e Irene Huertas. Y, para acabar, Mariano Madrigal y José Manuel García, relataron su experiencia con Leopoldo Molina, profesor del Instituto García Pavón.
[justified_image_grid flickr_user=85117113@N04 flickr_photoset=72157659356697843]
