De Logroño a Nájera, perdido de noche por la capital riojana haciendo más larga, aún si cabe la etapa, triste y de despedidas. «Te quiero mucho» dicho al teléfono por un hombre de 54 años también es el camino.
En Nájera todos los peregrinos son de allí, noche de curas, de camaradería y de compartir testimonios, «la gente ofrece lo que tiene, toma lo que necesita y deja lo que le sobra».