La ciudad de Tomelloso tiene todo preparado para recuperar de nuevo, dos años después tras lo peor de la pandemia, el esplendor de una romería que prevé la afluencia de hasta 30.000 personas, una cita que tras siete años luciendo su categoría de Interés Turístico Regional aspira por méritos propios a subir de nivel y atesorar la declaración de Interés Turístico Nacional.
Con esos mimbres «tan potentes», Jiménez asegura que Tomelloso «reclama por derecho» que su romería sea de Interés Turístico Nacional en el corto plazo. «Ya toca. Es una romería joven pero que se ha creado en torno a la tradición, a la devoción y a sus raíces. Se crea en torno a un sector como el agroalimentario y por nuestras viñas, a las que tanto debemos», ha puesto en valor la regidora tomellosera, quien reivindica que la ciudad es lo que es «gracias a sus agricultores, a quienes labraron la tierra».
Las reatas de mulas engalanadas, los trajes típicos, las blusas manchegas o la comida tradicional tienen su hueco en una festividad que ha llegado a este punto «gracias al trabajo de hombres y mujeres que han luchado por su tradición y haciendo que Tomelloso prosperase a lo largo del tiempo».
Una ciudad que va de la mano de su cooperativa homónima de la patrona, «la mayor de todo el mundo» y también clave en que se «mantenga la tradición».
Continúa así en Tomelloso un hilo conductor que enlaza los antepasados que iban a trabajar al campo montados en carros con la festividad actual, con su reflejo en el desfile de reatas, «algo precioso de comprobar in situ»; a lo que hay que sumar «folclore, bailes típicos o la procesión de las antorchas, que cumple 30 años».
Una procesión que, incluso, «genera una expectación» que cala en otras localidades que además «están creando escuela para mantener la tradición». Un desfile «digno de ver, en horario bajo la luna, donde se puede comprobar la imagen encendida de la antorcha que representa esa devoción a la Virgen».
MÁS DE 30.000 ROMEROS
Inmaculada Jiménez augura que hasta 30.000 romeros se dejarán caer por el santuario de Pinilla a «vivir con intensidad su romería y la devoción a la patrona». Además de toda la ciudad, tomelloseros ausentes que regresan a sus raíces para la romería y visitantes que vienen de la mano de los oriundos de una localidad que vive con fervor su romería.
La romería de la Virgen de las Viñas avanza hacia un año clave en su aspiración de conseguir la declaración de Interés Turístico Nacional evolucionando gracias al papel de los jóvenes que, según Jiménez, «siguen manteniendo la tradición de sus antepasados» adaptando la festividad a las nuevas generaciones.
La juventud tomellosera «ha cogido el relevo que dejaron sus abuelos» y continúan «engalanando las carrozas, preparando una jornada de convivencia y manteniendo la tradición».
Aunque la Virgen de las Viñas es el «epicentro» de todo el fin de semana, las actividades paralelas pasan incluso por la recuperación de la carrera popular y el auge del concurso de arada, que sirve para «poner en valor que Tomelloso es una tierra agrícola». «Somos lo que somos gracias a nuestro sector agroalimentario», ha abundado.
TRACTORES, BAILES Y REATAS
Las claves de la festividad pasan por los concursos regionales de tractor, que se dividen en dos modalidades que tienen lugar el mismo día, una por la mañana y otra por la tarde.
Por un lado, el concurso de arada con tractor y, por otro, el de habilidad, una forma de poner en valor el trabajo y las mañas de la herencia agricultora de La Mancha en uno de los concursos más reñidos de la comunidad.
El folclore tiene su hueco de la mano de grupos como ‘Virgen de las Viñas’, ‘Manantial del Vino’ o ‘El Bombo’, que representan los bailes folklóricos manchegos. Tanto en el Santuario de Pinilla como en la Plaza de España se realizan distintas performances, haciendo de la ciudad uno de los centros más importantes donde se practican estas danzas manchegas.
El sábado por la noche, uno de los platos fuertes: la procesión de antorchas y fuegos. Acompañada por el rezo del Santo Rosario, la procesión de las antorchas es una de las imágenes más emotivas y conocidas en Tomelloso.
A la llegada de la Virgen a la ermita se queman una serie de fuegos artificiales a modo de celebración, una escena que se celebra al caer la noche.
Algo único en Tomelloso es el desfile de reatas, el centro de la festividad. Salen el domingo en torno a las 12.00 horas hacia Pinilla, donde se encuentra el Santuario de la Virgen de las Viñas.
Ya por la tarde, se realiza el traslado de la Virgen a Tomelloso acompañada de reatas, carrozas y romeros, concretamente a la Plaza de España, para poner fin a la Romería.
Las reatas son carros típicos de la localidad tirados por mulas enjaezadas. Se trata de una estampa única en este territorio que muestra la cultura propia de esta región manchega. Como cada año, el Ayuntamiento premia a las mejores reatas con distintos premios económicos.