En estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir a lo largo de estos meses de pandemia mundial, lo que hemos venido observando ha sido un empobrecimiento severo de la clase trabajadora.
Cuando la actividad empresarial ha empezado a funcionar lo que muchos trabajadores y trabajadoras nos han hecho llegar ha sido el endurecimiento de las condiciones laborales que están obligados a aceptar por su vulnerabilidad. En el núcleo familiar se ven abocados a trabajos de amplias jornadas y de remuneración escasa, o como hemos llamado la esclavitud encubierta, ya que es su manera de lograr sustento para sobrevivir en esta sociedad capitalista.
Que nos lleva a tener que aceptar la explotación por parte de unos jefes que nos hacen trabajar largas jornadas para un salario miserable del cual no tenemos más opciones que aceptar para cubrir nuestras necesidades más básicas de las cuales a veces por el irrisorio salario que recibimos no llegamos a pagar ni los suministros, como puede ser la luz, el agua o el alquiler.
Una medida que se tomó para evitar la precariedad vital y laboral fue el Ingreso Mínimo Vital que el próximo mes hará un año de su implantación. Lo que si se aquejan los usuarios de esta medida es la espera de contestación a sus solicitud, así como la burocracia de la misma.
Es verdad que es una buena medida la cual deberían darle la importancia y la premura de la situación actual son muchos los que nos llegan diciendo que llevan meses esperando, que no saben como sobrevivir a los tiempos que corren. De ahí viene que cojan el primer empleo que les sale mal pagado y muchos de ellos sin soluciones. Para mi entender se debería incidir más en la regulación del empleo para que los empresarios se preocuparan en las inspecciones laborales ya que muchos de ellos tienen sin dar de alta a los trabajadores o si los dan de alta no por las jornadas laborales reales.
Desde este humilde artículo de opinión queremos dar protagonismo a estas personas: los precarios, la gente de alta vulnerabilidad, porque a nosotros nos importan y no queremos dejar a nadie atrás.