Todos los días vemos noticias en los distintos medios de comunicación relacionadas con las cifras del paro, con la creación de empleo, noticias sobre agricultura, su productividad y los precios de los productos, noticias sobre medio ambiente, caudal de los ríos, trasvases y calidad de las aguas. Por todos es conocido y reconocido que son temas que a todos nos preocupan en mayor o menor medida, dependiendo de la situación en la que nos encontremos o a qué nos dediquemos.
Lo que sí tenemos que tener claro es que en nuestra región, estas grandes áreas son muy importantes y relacionadas entre sí. Relacionadas entre sí, puesto que la dinámica de la sociedad y el consumo nos lleva por la línea de la interrelación.
Si hablamos de agricultura, todos queremos que el sector agrícola tenga unos medios de producción acorde a los tiempos y que los productos sean de calidad y se vendan a un precio competitivo, donde el agricultor tenga unas ganancias que le permitan un nivel de vida adecuado, que a su vez pueda seguir invirtiendo en mejoras y asentar el trabajo.
Qué decir también de la necesidad de que cada una de las estaciones fueran acorde con su tiempo. Donde las lluvias tienen un papel importante. Una alta pluviometría anual, además de regar las tierras de cultivo, hace que los niveles freáticos suban, que se recarguen los acuíferos, que los pantanos tengan un nivel óptimo y que los ríos mantengan su caudal durante todo el año, no solo en invierno y primavera. Es absolutamente necesario revertir el cambio climático.
A raíz de las mencionadas lluvias, del caudal de los ríos y embalses, estamos hablando de medio ambiente. Ahora parece que todo gira alrededor de él, y es cierto, pero no es de ahora, es de siempre. Todos hablan del cambio climático, de la necesidad imperiosa de evitar ese cambio climático al que todos estamos contribuyendo. Cada varios años hay cumbres a nivel internacional acerca de las emisiones contaminantes y de cómo y cuándo reducirlas. Pero por desgracia el tiempo pasa y las contribuciones que hacen los países van muy lentas. Cada cierto tiempo se van produciendo anomalías climáticas como las “filomenas” del momento, más olas de calor en el verano y temperaturas más altas en general.
Sobre estos temas, quizá, tenemos opiniones válidas que ayudarían en gran medida a aplacar esta deriva de cambio climático. Pero para mí, falta el eje fundamental, que es definir el modelo de región que queremos y necesitamos. Un modelo de región que esté basado en las necesidades que tenemos los ciudadanos y no en la ocurrencia del momento o de las necesidades de las élites y las correspondientes presiones de éstas.
Necesitamos unas directrices fundamentales que ayuden a mejorar y no especulen. Necesitamos que los ríos y embalses tengan su caudal ecológico durante todo el año. Necesitamos que las riberas de los ríos estén limpias y cuidadas y, si encima tienen arbolado en su margen, ya ni te cuento cómo mejoraría el nivel de calidad de las aguas. Y a su vez crearíamos empleo, ese que tanto necesitamos.
Todos queremos parar el cambio climático, dejar de consumir materiales fósiles y apostar por las energías limpias que ayuden a no contaminar y que a su vez generen empleo y obliguen a que se invierta en investigación.
Ahora bien, estando totalmente a favor de los llamados huertos solares, ya sea para crear energía o para hidrógeno, deberíamos poner las bases para que estos huertos solares se establezcan en terrenos donde la productividad de sus tierras sea muy baja y no en terrenos o zonas que tengan una buena productividad o incluso sean denominaciones de origen, pues estaríamos haciendo un flaco favor a la sociedad. Estaríamos desaprovechando buenas tierras de cultivo o zonas de denominaciones de origen y estaríamos dejando para el cultivo o barbecho tierras de baja productividad; además de ayudar a la especulación de los terrenos, como ya está sucediendo en algunas zonas de nuestra región.
Es por ello que decía, qué modelo de región queremos, y sobre todo necesitamos los ciudadanos.
Necesitamos una región en la que cada uno, independientemente de a lo que se dedique, tenga una estabilidad necesaria para vivir dignamente.
Que el agricultor obtenga una materia prima de calidad y que sea remunerado por ello.
Que haya la industria necesaria y tecnológicamente puntera para que los castellano-manchegos no tengamos que salir de la región en busca de una vida digna.
Que los servicios públicos y el medio ambiente ayuden y animen a la población a decidir por qué quieren vivir en nuestra región.
Los ciudadanos necesitamos un modelo de región que apueste por nosotros y no solamente por las élites económicas, y hasta ahora no lo vemos. No vemos el modelo de región que necesitamos.