Desde muchas zonas de nuestra ciudad se ven decenas de tanques de acero inoxidable que albergan, millones y millones, de litros de vino, nuestro mayor tesoro, y que, entre todos, tanto los que se dedican a ello directamente, como los que no, tenemos que poner el alza y darle valor, mucho valor, pues tenemos una calidad y un producto que nada tiene que envidiar a los de otras afamadas denominaciones.
Así que, presumamos de ello, siempre que podamos, y consumamos, con mucha responsabilidad, nuestro vino, en cualquiera de sus variedades, airén, macabeo, chardonnay, etc.
Vienen días propicios para brindar con ellos, incluso la mayoría de nuestras bodegas, cuenta con espumosos excelentes para celebrar la Navidad, el año nuevo, y cualquier otra fiesta que se tercie.