El sector hostelero de Toledo y Ciudad Real, convocados por diversas plataformas, ha vuelto a echarse a las calles de las capitales de Toledo y Ciudad Real dos días después de la primera convocatoria del pasado miércoles en protesta por la situación que atraviesa el sector. Así, han convocado una gran manifestación el próximo miércoles, 10 de febrero, con la intención de llegar al Palacio de Fuensalida para elevar el tono.
Desde el 18 de enero los establecimientos hosteleros permanecen con la persiana bajada en virtud de las restricciones de movilidad decretaras por el Gobierno de Castilla-La Mancha, situación que este mismo viernes se ha prorrogado ‘sine die’ por parte del Ejecutivo de Emiliano García-Page para contrarrestar la situación sanitaria.
En Toledo, una caravana de centenares de coches han completado el recorrido entre el recinto ferial de La Peraleda y el barrio del Polígono.
UN MILLAR DE PERSONAS EN TOLEDO
En la capital regional los organizadores han cifrado en mil las personas que han participado en las movilizaciones, un seguimiento que consideran «increíble».
Allí, los asistentes han reivindicado medidas como la tramitación rápida de licencias para terrazas y el poder realizar su acondicionamiento, así como que se exonere de impuestos municipales como los de terrazas o basura, que en los tributos nacionales se cobre según el mismo porcentaje de aforo permitido en los locales y que se movilicen indemnizaciones para los empresarios.
«No sé qué piensan que van a hacer estas familias, porque no tienen ayudas, no tienen nada, solo gastos y pagos», lamentan los organizadores, que han asegurado que entienden que haya que tomar medidas para el control de la pandemia pero rechazan que se les haga «culpables» de la situación.
UNOS 200 HOSTELEROS EN CIUDAD REAL
En Ciudad Real, cerca de 200 hosteleros secundaban la protesta convocada en la Plaza Mayor de la ciudad, y cumpliendo la distancia social y haciendo sonar cacerolas al ritmo de ‘Queremos trabajar’, han reivindicado que sus establecimientos no son foco de contagio.
«¿Por qué Ayuso hace en Madrid lo que hace con la hostelería y en todas las autonomías de España tenemos que estar cerrados? Llevamos todo reglamentariamente, y no nos dejan trabajar», aseguraban algunos hosteleros en declaraciones a los medios desde la concentración. «Nos cerraron en Navidad y aún así han subido los contagios», argumentaban para defender su postura.