Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada (UGR) ha revelado que las mujeres que padecen estrés tanto en el momento previo de quedarse embarazadas como durante la concepción tienen casi el doble de probabilidad de tener una niña que un niño.
Los investigadores, pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), el departamento de Farmacología de la Facultad de Farmacia y a la Facultad de Psicología, han analizado los niveles de cortisol (una hormona esteroidea que se libera como respuesta al estrés) en el pelo de las mujeres embarazadas en el periodo que va desde antes de la concepción hasta la semana 9 de embarazo, para comprobar si se relacionaba con el sexo del bebé.
Para ello, se evaluaron a 108 mujeres desde las primeras semanas de embarazo hasta el parto, registrando sus niveles de estrés antes, durante y después de la concepción mediante la concentración del cortisol en pelo y diferentes test psicológicos.
La medida de cortisol en pelo tomada aproximadamente en la semana 8-10 de embarazo muestra la concentración de cortisol en la mujer embarazada en los últimos tres meses (un mes por centímetro de pelo), por lo que comprende el periodo previo y posterior de la concepción. Posteriormente, los científicos de la UGR registraron diferentes variables de parto y el sexo del bebé al nacer.
«Los resultados encontrados fueron sorprendentes, ya que mostraban que las mujeres que dieron a luz niñas mostraban en las semanas previas, durante y posteriores al momento de la concepción mayores concentraciones de cortisol en pelo que las que tuvieron niños», explica la autora principal de este trabajo, la investigadora del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR María Isabel Peralta Ramírez.
Además, estas concentraciones de cortisol en pelo de las madres que posteriormente tuvieron niñas fue casi del doble con respecto a las madres que tuvieron niños.