En el marco del Día Internacional de la Juventud que se conmemora este jueves, 12 de agosto, UGT Castilla- La Mancha ha denunciado la precariedad e inseguridad laboral que sufre el colectivo de jóvenes trabajadores, una precariedad que se traduce en que sólo el 6,6% de los contratos que hacen las empresas de la región a los menores de 30 años son indefinidos, siendo el 93,3% restante temporales.
Según los últimos datos que maneja el sindicato relativos al mes de julio, la tasa de temporalidad entre los jóvenes castellano-manchegos sigue siendo excesivamente elevada y es que, de los 38.509 contratos contabilizados entre los menores de 30 años, solo 2.559 fueron indefinidos y cerca de 36.000 –en concreto, 35.950– fueron temporales, ha señalado en nota de prensa.
A las dificultades que históricamente han tenido las personas jóvenes para entrar en el mercado de trabajo y mantener un puesto de manera indefinida, ahora hay que sumar la situación de pandemia, «una crisis sanitaria y económica que a lo largo de 2020 expulsó del mercado laboral a 9.400 personas, de las cuales el 46,8% fueron jóvenes menores de 34 años».
Así lo ha puesto de manifiesto la portavoz de RUGE Castilla-La Mancha, Marta Guerrero, la asociación sindical juvenil de UGT que ya está dando los primeros pasos por la salvaguarda de los derechos sociolaborales de los jóvenes de Castilla-La Mancha.
Desde RUGE apuntan que en la última década –sobre todo desde la crisis de 2008– la situación de la juventud en el ámbito laboral ha empeorado de manera dramática.
No en vano, en los últimos 12 años, señala, se han destruido 168.200 puestos de trabajo en la región entre la población joven, un dato que representa una pérdida del 47,4% de los jóvenes ocupados en Castilla-La Mancha.
Para Marta Guerrero la falta de oportunidades hace que muchos jóvenes castellano-manchegos no tengan otra alternativa que marcharse fuera de la comunidad, «una cuestión que viene a agravar aún más el problema de la despoblación en nuestra región», subraya.
