Cuando estaban a punto de dar las 12 del medio día partía, entre aplausos, desde el tanatorio Virgen de las Viñas de Tomelloso el coche fúnebre con los restos mortales de José Manuel Uriarte.
15 ambulancias, coches de bomberos, Policía Local y Guardia Civil escoltaban en el trayecto hasta el cementerio municipal al compañero de 63 años que falleció en el día de ayer.
Al llegar a la entrada al cementerio dos de los sacerdotes de Tomelloso han oficiado un responso en medio del silencio que después han roto los aplausos de los allí presentes.
Tras el responso, al partir el coche hacia el crematorio de Alcázar de Sán Juan donde será incinerado, los compañeros colocados en hilera frente al cementerio, han encendido las sirenas para despedir a su compañero.