La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha pedido prudencia en el análisis de los datos de la EPA del tercer trimestre, pues en este contexto COVID «hay dualidad en el crecimiento del paro y la ocupación», aunque ha reconocido «algo de alivio» en que el desempleo de larga duración se está «manteniendo a raya».
«A pesar de la dureza del momento, el desempleo de larga duración en la pasada crisis se disparó, lo que percibimos es que estamos siendo capaces de mantenerlo a raya. Son 2.000 personas menos con respecto al tercer trimestre del año pasado», ha afirmado en rueda de prensa la consejera del ramo.
Ha apelado a trabajar con fuerza para que este desempleo no se incremente, y para que «haya movimiento en el mercado laboral», pero que el paro no se convierta en desempleo de larga duración y para sostener al «máximo» los efectos que el coronavirus está generando en este escenario laboral.
Asimismo, ha señalado que, según los últimos datos, se contabilizan 24.671 personas afectadas por ERTES en la región, a los que hay que sumar los nuevos ERTEs solicitados por causas de impedimento, limitación o cadena de valor, cuya estimación podría afectar a más de 1.000 personas.
Franco ha llamado a «trabajar mucho en el empleo» en este contexto, «seguir fortaleciendo la modernidad del tejido productivo y el capital humano».
La consejera ha detallado que las «50.000 personas» que salieron de la población activa en el segundo trimestre de la EPA, bien porque estaban confinadas o porque no estaban buscando empleo, en el tercero «retornan como población activa, de las cuales el 55% de estas recuperan empleo y son personas ocupadas y el 45% son personas que habiéndose recuperado como población activa se encuentran en búsqueda activa de empleo».