En tiempo de confinamiento, donde familias enteras tienen que estar sin salir solo a por productos de primera necesidad, se dificulta mucho más para familias en las que solo hay solo un progenitor. Esa es la primera dificultad que se encuentran, puesto para salir no hay otro remedio que llevarse a los menores con ellos y exponer a sus hijos.
Pero al salir con ellos se encuentran con personas muy poco empáticas y los recriminan por llevarse a comprar a sus hijos, ya es suficientemente duro el exponerlos para que encima te recriminen por la calle. He visto madres llorar por este motivo y las pobres justificándose por no poder dejarlos en casa.
Los que tienen una buena relación con sus vecinos o dan con redes solidarias para poder hacer las compras sin salir de casa, se sienten aliviados pero no es lo más común. Ahora con el confinamiento se está viviendo lo que muchos llaman “policías de balcón”, que increpan a sus vecinos y que dificultan la convivencia. Desde este humilde artículo pido solidaridad y unión para que esta situación de confinamiento que no es fácil.
Se aproxima ya el 26 de abril donde dejaran salir menores de forma ordenada y deberíamos tener en mente que hay muchas variedades de familias a parte de la tradicional. Habría que facilitar mecanismos para que todas esas familias no se sientan excluidas o más vulnerables, ya que muchas por su composición ya lo tienen más complicado.
Están siendo seis semanas complicados para todas, pero aún más para los peques de la casa que los hemos sacado de su rutina, del contacto de sus queridos abuelos, algunos los han tenido malitos o los han perdidos. Han pasado este tiempo viendo adultos teletrabajando, ayudándoles y a sus hermanos haciendo los deberes mandados por sus profesores a los que junto a sus compañeros los echan tanto de menos.
Tenemos en nuestro país una alta tasa de pobreza infantil la cual también está en casa confinada en pisos diminutos, en este momento el espacio es muy importante junto a luminosidad. Es verdad que nuestro Gobierno ha tomado medidas sobre la alimentación de esos menores.
Yo creo que sería un momento para ponernos a reflexionar sobre las nuevas generaciones que representan nuestros niñas y niños, deberíamos tenerlos más en cuenta en las políticas sociales así como de otra índole, ya que ellos las acatan por medio de los adultos. Los niños también cuentan.
