‘Bienmandá’ y ‘malhablá’. Así es la fontanera de los socialistas de Cuenca, una mujer que desde que se le recuerda siempre ha estado ‘en esto’ para atemorizar tanto a quienes tiene bajo sus siglas como difamar y atacar al resto de partidos, con especial hincapié en el Popular y, por su puesto, en su presidente actual, Benjamín Prieto. Son muchos los alcaldes y concejales de esta provincia, de todo signo también hay que decirlo, empresarios, funcionarios, colectivos… que temen a ‘la Torralba’. Una mujer radical, intransigente, sin un atisbo de humanidad, tan necesaria siempre y más en estos tiempos. Ella maquina, con ayuda, y ejecuta cualquier acción encaminada a un único fin, su supervivencia y la de los suyos, incluidos, entre estos últimos, familiares y amigos. No vamos a recordar, porque es sabido por toda la provincia, cómo consiguió, en tiempos difíciles y más aún para quien no tiene la preparación adecuada, trabajo para parientes y compañeros de partido, suponemos que haciendo gala de esa amabilidad que le caracteriza y siempre pensando en lo mejor para Cuenca y su provincia.
La incontinencia verbal de Carmen Torralba es intensa, y como ‘bienmandá’ socialista, cambia de principios como de chaqueta, lanzan infamias sobre el ATC de Villar de Cañas llamándolo despectivamente ‘basurero’ cuando en nuestra provincia de Cuenca el único basurero real y de alcance es el que ha instalado su colega el alcalde de Almonacid del Marquesado, Álvaro Martínez Chana, a la sazón presidente de la Diputación Provincial de Cuenca. Poco habla la senadora de esa instalación y sus consecuencias, entre ellas que el pueblo de su pupilo ha pasado, como rezaba algún titular de prensa hace unos meses, a convertirse del municipio más limpio de España a albergar el mayor vertedero privado del país. Más de 50 hectáreas de porquería al ladito de Villar de Cañas y más aún del Parque Arqueológico de Segóbriga, si, aquel por el que se pasean de vez en cuando con aires de interesantes y de entendidos los dirigentes socialistas, para después, criticar el patrimonio y su rehabilitación y referirse a él, despectivamente, como simples piedras, haciendo gala de la sensibilidad que han demostrado cuando han gobernado al dejar que esta tierra y sus monumentos se hundan en lo que ha constituido toda una metáfora de lo que ha padecido y sufrido nuestra provincia bajo el gobierno de la rosa: capital y municipios cada vez más despoblados, con menos servicios públicos, oportunidades de desarrollo y escaso trabajo.
Pero es lo que hay, Carmen Torralba sale a la luz como telonera y primera estrella de un partido socialista de Cuenca que ya no sabe qué decir ni cómo comportarse porque sigue demostrando que su capacidad para gobernar es nula, fuera de seguir tejiendo esa red clientelar y de personas intimidadas que solo desean esquivar las ofensas de ‘la Torralba’.
En la cuestión del ATC la justicia ha hablado. Nada más y nada menos que el Tribunal Supremo, una institución que ha venido a decir en su sentencia que los socialistas de Castilla-La Mancha, con su jefe Page a la cabeza, han utilizado la Junta de Comunidades y sus recursos para hacer política y ampliar una ZEPA de forma arbitraria y sin razón, vamos que han hecho todos ustedes el más absoluto de los ridículos. La cuestión no pasaría de una sonrisa irónica si no fuera porque usted, Carmen Torralba y pandilla, están intentando sisar a los conquenses nada más y nada menos que 1.500 millones de euros. Hace unos días, en un intento desesperado por amainar ese bochorno, la delegada de la Junta en Cuenca anunciaba un parque eólico en Villar de Cañas, una inversión de 47 millones de euros. Primero, ¿dónde están los otros 1.450 millones de euros? Segundo, esa inversión no es incompatible con el ATC cuya construcción aprobaba un gobierno de España socialista y para albergarla optaba Villar de Cañas, como otros municipios de España, voluntariamente. Vergüenza debería de darle el papel y el ridículo que los socialistas conquenses están protagonizando con este asunto y su ausencia de nobleza para acatar la sentencia.
El rizo de los infortunios llega al máximo para Cuenca cuando la tenemos como máxima responsable para luchar contra la despoblación desde su puesto de senadora, el único que le faltaba por probar en su dilatada carrera política. Debe de ser complicado para una persona como usted encontrar fórmulas para que los municipios no mueran, para que nuestra gente no los abandone cuando no es bien recibida en una gran parte de la provincia y, en la otra, le bailan el agua para evitar confrontaciones. ¿Se siente orgullosa de que nuestros pueblos no tengan autobuses? ¿de que cada vez haya menos trenes? ¿de que los médicos pasen cada vez menos horas de consultas en los municipios? ¿de que no nos podamos conectar a internet? A lo mejor debería de empezar a dar esas explicaciones a los conquenses y no descargar todo rencor e ira en personas que trabajan incansables por la provincia de Cuenca.
Si tiene algo que aportar a la provincia de Cuenca hágalo, que para eso es senadora y cobra un buen sueldo. Y si no, cíñase a acatar las sentencias de los tribunales y a decir la verdad, entre ellas, que, hoy por hoy, en la provincia de Cuenca, sólo hay un basurero, el que sufren los vecinos de Almonacid del Marquesado y comarca. Que la aplaudan en su partido no significa que la respeten. Algunos lo harán porque es una ‘bienmandá’ y otros, simple y llanamente, por evitar ponerse en su envenenada línea de fuego.