El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que los servicios de salud cerrarán este verano, al menos, 7.000 camas en los hospitales del conjunto del Estado para ahorrar dinero y no tener que contratar personal sanitario para reducir las listas de espera sin olvidar que la Covid-19 “sigue estando entre nosotros” y es posible que se produzca una nueva oleada tras la grave crisis sufrida en los últimos meses.
SATSE reclamó durante la crisis de la Covid-19 que, dadas las especiales circunstancias de este año, los servicios de salud implementasen un “Plan de Choque” para mejorar la asistencia a pacientes con coronavirus y al resto de personas con cualquier otro problema de salud y reducir las listas de espera, y lamentablemente ha constatado que han recurrido, como todos los años, a cerrar camas para no tener que contratar a más personal sanitario. De esta forma, añade, cometen “los mismos errores de siempre” y se acredita que la administración sanitaria pública poco ha aprendido de la grave crisis sanitaria sufrida por el coronavirus.
En concreto, y según los datos recabados en las diferentes autonomías, se han cerrado, al menos, cerca de 7.000 camas en el conjunto del Estado, de las cuales 1.580 corresponden a Andalucía; 1.270 a Madrid; 837 a Euskadi; 500 a Aragón; 400 a Galicia, y 342 a Extremadura. En el caso de Cataluña, se han podido recabar datos de algunos de los hospitales dependientes del Instituto Catalán de la Salud (ICS), arrojando una cifra de 518 camas cerradas.
En lo que respecta a Asturias son 290 camas cerradas; en Castilla-La Mancha, 194 camas; en Murcia, 168; en la Islas Baleares, 136, y en Navarra, 112. Asimismo, son 100 camas cerradas en Cantabria; 87 en Castilla y Leon; 38 en La Rioja, y 35 en Canarias. En Comunidad Valenciana, la administración no ha ofrecido a SATSE los datos correspondientes.
La organización sindical critica, además que, los distintos servicios de salud autonómicos vuelven a paralizar hasta después del verano las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes. También subraya que los “recortes” de verano afectan a los centros de salud, ya que un alto porcentaje de ellos cierran sus puertas por las tardes.
“Los distintos responsables sanitarios han vuelto a primar los intereses económicos en lugar de mejorar la atención sanitaria, y por mucho que han dicho lo contrario durante los meses de la pandemia, no han aprendido de sus errores pasados y vuelven a echar el ‘cierre por vacaciones’ de camas, quirófanos y consultas externas, además de centros de salud”, apunta.
En lo que respecta al personal sanitario, el Sindicato incide en que, en lugar de reforzarse las plantillas de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, se está volviendo a cometer el grave error de todos los años de dejarlas “bajo mínimos”, al no sustituir a todos los profesionales que tienen vacaciones o están de baja por enfermedad, embarazo o cualquier otra incidencia, sobrecargando a los profesionales que trabajan durante el verano, a pesar del sufrimiento inhumano soportado durante meses por tener que luchar con el coronavirus. “En estos momentos, se requiere, más que nunca, ser cuidadosos y generosos con los profesionales para posibilitar su autocuidado, tanto desde el punto de vista físico como psíquico”, agrega.
Al respecto, SATSE, que siempre ha reclamado que se cubra todo puesto de trabajo de una enfermera, enfermero o fisioterapeuta que queda descubierto en verano, está constatando como el porcentaje de contratación de suplencias de enfermeras oscila este año entre el 30 y 40 por ciento en las distintas comunidades autónomas, es decir, “de cada 100 enfermeras que se van de vacaciones sólo se contrata a un máximo de 40, con lo que el trabajo de 60 profesionales deben hacerlo las que se quedan”, explican.
Ante esta realidad, el Sindicato considera que el sistema sanitario no estará preparado en caso de una nueva oleada de la Covid-19 en el verano, ya que no contaremos con las enfermeras y enfermeros necesarios para atender y cuidar a las personas afectadas. “Nuestro sistema sanitario está muy débil, tras los estragos de la pandemia, y no se está fortaleciendo como se debería”, concluye.