El secretario de CCOO en Castilla-La Mancha , Paco de la Rosa, considera que la gestión que la Consejería de Bienestar Social ha hecho de la crisis provocada por el coronavirus en las residencias de ancianos «se puede mejorar», pues considera que ha «faltado diálogo, cercanía y reuniones con los sindicatos en los primeros momentos».
En cuanto a la gestión de la titular de la Consejería, Aurelia Sánchez, ha dicho que «como se dice en educación, se puede mejorar». «No tengo noticias de que se haya prodigado, no se por qué causas. En unas provincias la gestión ha sido mejor y en otras bastante deficiente, como en Toledo o Ciudad Real».
Y es que, tras pedir que se refuercen estos centros asistenciales para que sean un «servicio público esencial», el líder regional de CCOO, después de que el presidente, Emiliano García-Page, haya avanzado la intención del Gobierno regional de auditar el funcionamiento de las residencias, sobre todo las del ámbito privado, ha incidido en la necesidad de «testar cada una de ellas, para saber cómo han gestionado la crisis del coronavirus, que ha sido «negligente en muchas de ellas».
«No olvidemos que más de la mitad de las residencias han tenido infectados y fallecidos simplemente por cuestiones de protocolo sanitario, porque el virus no estaba dentro de ellas, se ha importado de fuera y ha causado muertes en residencias en las que ni si quiera había personal ni medios suficientes para hacerle frente. Algunas, incluso, han silenciado el número de víctimas hasta que la situación ha sido insoportable», ha lamentado el responsable regional de CCOO, para agregar, no obstante, no querer «criminalizar» a estos centros.
De ahí que, con la «experiencia vivida», De la Rosa haya insistido en que, de manera integral, estos servicios sociosanitarios para personas mayores estén gestionados desde lo público, a fin de garantizar a este colectivo, con independencia de sus recursos económicos, «calidad de excelencia».
«No puede ser que para tener calidad de vida a partir de los 75 o tienes mucho dinero o terminas solo en casa o en una residencia mediocre, porque el hecho de que se haya convertido en un negocio ha hecho que esta prestación pierda calidad. Algunas residencias eran un aparcamiento de viejos y ha habido en ellas un aluvión de fallecimientos porque no han podido soportar lo que se les ha venido encima», ha incidido De la Rosa, condenando que «la generación más sacrificada», que «se ha partido la cara» por conseguir y mantener la actual sociedad de progreso, «esté teniendo el más cruel de los finales».
«No hay que buscar responsables sino soluciones. Lo importante es que esto no vuelva ocurrir y que en el tiempo que quede de crisis sanitaria el Gobierno intensifique la fiscalidad en las residencias y en aquellas que entienda que no se está haciendo bien el trabajo lleve recursos humanos y sanitarios suficientes», ha concluido.