La polémica está más viva que nunca. El Parlamento Europeo dio luz verde a la nueva normativa europea sobre derechos de autor en el entorno digital, por 348 votos a favor.
Respecto al artículo 13 (actual artículo 17), como informa el Parlamento Europeo, busca mejorar la posición de los artistas al invocar su derecho a una remuneración justa cuando sus obras son utilizadas y distribuidas en línea por terceros.
Según el texto aprobado hasta el momento por la Unión Europea, las plataformas tendrán que velar porque el contenido que alojan no suponga violaciones de copyright. Es decir, servicios como Facebook, Twitter o Google tendrán que adoptar medidas y usar técnicas de reconocimiento de contenidos para bloquearlos directamente.
Hasta la fecha, para que se diera la situación de eliminar un vídeo debía existir una denuncia del poseedor de los derechos, pero no se monitorizaba la subida de este tipo de contenidos. Con esta nueva ley las grandes plataformas deberán monitorizar el contenido a escala masiva y detectar posibles infracciones.
Actualmente, el filtro de contenido de YouTube ya se le ha activado en varias ocasiones y se ha tenido que reclamar alegando un uso legítimo de los fragmentos. Con la aplicación de esta nueva directiva, las propias compañías como YouTube, Instagram o Twitter serían las responsables y se prevé que la aplicación del bloqueo sea mucho más estricta.
Como indica el youtuber Jaime Altozano, una de las soluciones que pueden realizar los creadores de contenido es pasarse al inglés. En el mercado anglosajón no se aplicaría esta normativa (pues se sigue la doctrina del “Fair Use”, como se explica en su vídeo) y esto les permitiría saltarse el filtro de YouTube para poder crear contenido sin temor a ser bloqueado.
Con todo, seguramente, y debido al coste de este tipo de monitorización, el requisito del actual artículo 17 solo se aplique a «grandes plataformas que alojen una cantidad significativa de contenido y que lo promuevan». Quedan por tanto fueras webs más pequeñas, aunque la línea entre un tipo y otra no está bien definida.
¿PERO QUÉ HAY DE CIERTO EN LAS ALARMAS QUE SE HAN ENCENDIDO EN TODOS LOS OPERADORES DIGITALES?
1. Ahora se garantiza que los periodistas recibirán parte de los ingresos que la empresa haya obtenido por derechos de autor.
En este sentido, se busca que los editores de noticias obtengan más ventajas y remuneración del empleo de sus obras online. Más respeto a los créditos y a la autoría, ante la reproducción de las noticias online. Podremos compartir fragmentos sin necesidad de permiso, no textos enteros.
2. Las plataformas online, como Youtube o Twitter, ahora pasarán a ser las responsables y las garantes del material protegido por derechos de autor sin previo pago que los usuarios suban a internet, incluso a través de terceros.
Mediante la adopción de unos filtros de carga se permitirá que los autores perciban una justa remuneración. La Directiva como tal no crea filtros automáticos en las plataformas en línea. Únicamente se aclara que una plataforma en línea no debe ganar dinero gracias al material creado por personas sin pagarles por ello. El debate está presente: ¿resulta limitativo de la libertad de expresión? ¿Es el fin de los pequeños creadores? La respuesta es no.
3. Se mantiene vivo el humor: gifs y memes están exentos de esta nueva regulación europea.
El uso de material ajeno protegido por derechos de autor ahora pasará a ser objeto de reconocimiento y de una remuneración que irá a parar al creador original del contenido. Vuelve la polémica: la criba que se hará para controlar, por parte de las plataformas digitales, ¿afectará a la forma en que los usuarios comparten los contenidos en línea? La respuesta ha de ser negativa.
Los Estados miembros pasarán a ser los encargados de proteger la libertad de subir y compartir contenido con intención de citar, criticar, caricaturizar, parodiar o imitar.
4. El conocimiento en línea está exento. Así, la gigante enciclopedia digital Wikipedia no entraría dentro del ámbito de esta normativa.
Además, las pequeñas y medianas nuevas empresas tendrán unos requisitos menos estrictos que las grandes compañías en sus tres primeros años de actividad, cuyo volumen de negocios anual sea inferior a diez millones de euros y cuyo promedio de visitantes únicos mensuales no rebase los cinco millones.
5. La «guerra» en materia de derechos de autor con EE.UU está latente.
De este modo, Estados Unidos es el principal beneficiario en cuanto a la remuneración por derechos de autor, a pesar de tener la UE muchos más empleos y obras protegidas.
El objetivo, por tanto, es claro: que los creadores europeos reciban una remuneración justa.
La Asociación Europea de Consumidores muestra su disconformidad respecto al texto, por su desequilibrio entre las partes afectadas. Google, por su parte, considera esta normativa dañina para la economía digital europea.
La Federación Europea de Editores la considera un impulso a la creatividad y al conocimiento europeo. Asimismo, para la Asociación Europea de Editores de Periódicos se ha producido un gran avance para el periodismo profesional.
Habrá que ver cómo implementa cada Estado miembro esta Directiva en su legislación y qué efectos tiene después.
Qué propone Google
Google ha recalcado que apoya los objetivos del artículo 13, aportando distintas soluciones. En este sentido, se busca una legislación que, al mismo tiempo que protege las infracciones de derecho, preserve los derechos de usuarios y creadores de compartir en internet.
Google persigue la colaboración entre plataformas y titulares de los derechos para delimitar e identificar qué contenido les pertenece. Además, que exista un mecanismo de notificación previo a la retirada y finalmente una negociación de buena fe donde identificar fácilmente las licencias y los derechos.
Igualmente, YouTube ha alentado a los creadores que expliquen en un vídeo su postura sobre el artículo 13 (actual artículo 17), e incluso ha creado una web dedicada, ‘Save Your Internet’, donde resumen su postura frente a la nueva ley.