La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha anunciado que los cuatro millones que le corresponden del Pacto contra la Violencia de Género en nuestra región van a ser para desarrollar un Plan de Empleo específico para mujeres rurales. Tendrán prioridad las mujeres víctimas de Violencia de Género y nos dicen que creará un millar de puestos de trabajo en municipios de menos de 5.000 habitantes. Nos lo ha contado la Consejera sin Consejería y el propio Presidente de Castilla-La Mancha.
Pero no se crearán un millar de puestos de trabajo como ha asegurado el Presidente, serán en todo caso un millar de contratos. Porque los puestos de trabajo se mantienen en el tiempo y los contratos que se anuncian se van a firmar por seis meses. Así que vamos a llamarlos como lo que son: contratos para mujeres rurales
Las entidades y ayuntamientos tienen diez días escasos para sumarse a la convocatoria, Las mujeres en el ámbito rural necesitan trabajo, independencia y ayuda, para poder forjar un proyecto de vida lejos de la violencia con sus hijos e hijas, lo que no necesitan es que se las señale, que se las estigmatice o que se pongan en las calles durante seis meses donde todo el mundo sepa quienes son o conozca su situación personal en la empresa.
Porque las medidas de protección deben garantizar la privacidad y la recuperación de los espacios sin la presión del escrutinio público que en pueblos y municipios pequeños se muestra imposible. En las empresas que acudan a estas subvenciones serán pocos los que no conozcan que el contrato se cofinacia a través del Pacto contra la Violencia de Género, ya que es un requisito imprescindible que se contemple en el documento a firmar.
Los contratos por sí solos no sirven para luchar contra la violencia de género y en esta ocasión tememos que estigmatizarán y señalarán a las mujeres que los firmen como pobre, maltratada, inmigrante, etc. Y si mayoritariamente encontraremos que además van a estar en las calles en el servicio de limpieza (ya que en muchos ayuntamientos son los contratos para los que se utilizan estos planes), se encontrarán en todo momento localizadas y expuestas ante sus maltratadores.
Trabajo sí, pero con derechos y futuro, cobrando según el convenio, con un plan específico de seguimiento de cada mujer en situación de violencia, integrado y con todas las garantías de privacidad y protección. Los demás no deja de ser publicidad.