La historia nos demuestra que cada vez que la izquierda gobierna en España se produce un retroceso en las libertades y derechos de todos los españoles. Cada vez que la izquierda gobierna en España, cuando algo no le gusta, tiene la ambición de prohibirlo o eliminarlo, mientras que el centro-derecha siempre ha garantizado y garantizará las libertades y derechos de los españoles.
En esta ocasión, el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, por boca su portavoz, Isabel Celaá, ha atacado a la Educación Concertada, en especial a la de base Católica, solo por el hecho de que ni a ellos, ni a sus socios de gobierno les atrae la idea, y por tanto quieren IMPONER la educación que ellos quieren. Aunque después y de forma paradójica, numerosos líderes socialistas llevan a sus hijos a este tipo de escuelas.
El PSOE de Sánchez, en esta ocasión, ha tenido la osadía de creerse más importante que la Constitución y negar un derecho fundamental recogido en esta, el derecho a la formación religiosa y moral (Art. 27.3) y de libertad de elección de los padres de centro reconocida en la LODE (8/1985).
Tampoco se puede confiar en quienes dicen una cosa a la prensa como el PSOE de Page, que afirma «ser un refugio para la concertada», pero en cambio los datos le suponen un jarro de agua fría, puesto que la inversión en educación concertada en nuestra región es claramente inferior a la media nacional, cantidad que ya se intentó recortar en la pasada legislatura en su gobierno podemita de perdedores.
La Educación Pública es sinónimo de calidad e igualdad, pero ésta, de no ser por la Educación Concertada, no lograría llegar a los niveles que alcanza, puesto que no tiene capacidad de absorber todo el alumnado que no puede o quiere afrontar el coste de una escuela privada.
Gracias a la Concertada podemos lograr un ahorro al estado y en definitiva al bolsillo de los contribuyentes, ya que la aportación a la concertada no llega al 18% del presupuesto de Educación, el 26% de los alumnos asisten a colegios de carácter concertado. En otras palabras, cada puesto en la concertada es en torno a un 40% más económico para el estado que en la pública.
Pero lo más importante es la pérdida de derechos y libertades que acarrea la supresión de la Educación Concertada, ya que ésta está garantizando una formación moral o religiosa de manera gratuita a aquellas familias que, con menos recursos, quieren asegurar esa educación integral de sus hijos.
La garantía de estos derechos tiene nombre y apellidos; Pablo Casado y Paco Núñez. El PP siempre ha garantizado la libertad de elección de las familias pues creemos que la libertad es el mayor tesoro que puede tener una persona. Por eso debemos luchar para que el social-comunismo del futuro gobierno no nos quite libertades para que nuestros hijos no reciban el adoctrinamiento que pretenden instaurar en nuestras escuelas.