El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha advertido de las consecuencias que tendría para el queso manchego la imposición de aranceles en Estados Unidos, país al que se exporta el 30 por ciento de la facturación anual de este producto, por valor de unos 55 millones de euros. Es la denominación de origen de queso que más factura en España, el 62 por ciento del total.
Martínez Arroyo se encuentra este lunes en Madrid para participar en varias reuniones sectoriales y consultivas convocadas por el ministerio de Agricultura, Luis Planas, con los consejeros de todo el país. Entre las cuestiones sobre la mesa, la PAC, el reparto de ayudas, el Brexit o la amenaza de aranceles lanzada por el gobierno de Donald Trump.
El consejero ha expresado su confianza en que se reconduzca la situación y Estados Unidos termine por no imponer estos aranceles, muy injustos en su opinión y entre otras cosas porque el sector agroalimentario paga las consecuencias de una guerra comercial «que nada tiene que ver» con él.
Ha advertido que en el caso de la Comunidad Autónoma el producto más afectado sería el queso manchego, que es además el más representativo de la región, ha dicho, y que sufriría un arancel del 25% a partir del 18 de octubre. También se vería afectado el sector del vino y el del aceite, en menor medida que el quesero, porque se exportan como producto envasado en menos de dos litros y es este formato el que quiere penalizar el gobierno estadounidense. «Sería muy perjudicial. Nosotros apostamos por que el valor añadido se quede aquí, que se exporte el producto ya envasado», ha defendido.
El consejero ha asegurado que también hoy se va a debatir sobre la nueva PAC. La perspectiva desde Castilla-La Mancha es que sea una política dirigida a los consumidores, «que son los verdaderos beneficiarios», que sea «verde» y que proteja a los agricultores y ganaderos profesionales, «los que verdaderamente viven de esto y en España sabemos bien quiénes son».
En un momento en que los recursos públicos son «escasos y puede que lo sean más», es necesario ajustar bien quién los recibe, ha reivindicado.