Las oportunidades hay que construirlas, en Puertollano lo sabemos bien aunque a veces se nos olvida y no podemos olvidar nuestra historia si queremos construir con solidez nuestro futuro y el de nuestros hijos.
La pasada semana nuestra alcaldesa participó en dos eventos importantes para poner en valor nuestra ciudad y captar nuevas inversiones productivas que sean capaces de generar empleo, sin duda estas iniciativas institucionales son importantes, muy importantes pero no pueden ser las únicas, también es importante la complicidad ciudadana para hacer nuestro pueblo más atractivo a las empresas que quieren invertir. Cualquier gesto por sencillo que parezca suma, y ahora es el momento de que todos a una consigamos inversiones productivas para salir de esta crisis que ya dura demasiado.
Cuando veía el video promocional, y las personas más representativas de las empresas innovadoras de Puertollano hablaban de las ventajas de nuestra ciudad me preguntaba, ¿porqué cada uno de nosotros no podemos hacer lo mismo cada vez que tenemos ocasión?
Esto no quiere decir ni mucho menos que tengamos que ser autocomplacientes, tenemos que ser exigentes con los poderes públicos, hay que avanzar y si es posible cada vez más rápido en la implantación de la nueva formación profesional que sitúe a nuestros jóvenes en la mejor posición de salida para la incorporación profesional, pero también a los menos jóvenes que a través del reciclaje y la formación continua van a tener de nuevo la oportunidad de reincorporarse al mercado laboral. Por eso es tan importante la conversión del Instituto Virgen de Gracia en un centro integrado de Formación Profesional, pero ¿hemos sido capaces cada uno de nosotros de poner en valor la importancia que tiene ese cambio para la FP de Puertollano?
Cuando una empresa decide ampliar sus inversiones, son muchas las cosas que analiza, oferta de suelo, ayudas económicas, comunicaciones, oferta de mano de obra cualificada, y sinceramente creo que en estos cuatro aspectos somos una ciudad competitiva y estamos en las mejores condiciones para llamar la atención de los inversores; pero también analizan el clima laboral y la calidad de vida y aquí es donde entramos cada uno de nosotros, enseñar la cara amable de nuestra ciudad es responsabilidad de todos y todas, y las iniciativas como la de los comerciantes y hosteleros de las calles Puerto y Alameda sirven para crear espacios y porque no decirlo estados de ánimo más positivos para todos nosotros. Enhorabuena por la iniciativa.
Y ahora un propósito de año nuevo, pero de los que hacemos para cumplirlos, seamos sí reivindicativos, eso va en el ADN e nuestra ciudad, pero hablemos bien de nosotros mismos, mantengamos limpia nuestra ciudad, ayudemos a conservar nuestros parques, porque si nosotros somos capaces de querernos un poquito más los demás también aprenderán a querernos.