Café en mano y agotado tras unos días de ajetreo constante como el que requieren las cocinas, y más en un evento de tal calado como Madrid Fusión, Javier Olmedo hizo balance sobre los días que pasó en Madrid y qué experiencias vivió. Recordemos que Madrid Fusión es uno de los escaparates más importantes a nivel nacional e internacional en cuanto a gastronomía se refiere.
«El primer día estuvo muy bien, fue de tanteo y para conocer el funcionamiento. Ya había estado así que estuvimos viendo las cocinas y nos entrevistaron los de la marca Fripan (marca que patrocinaba el concurso de bocadillos)». Javier llevaba un bocadillo de carrillada cuya elaboración del bocadillo consiste en hacer la carne a 65 grados durante 12 horas y luego aliñarla con catorce especias con una mayonesa de kimchi, sriracha y lima, rúcula para aportarle ese toque de frescor y queso curado al romero, todo ellos en un pan de espelta. «Íbamos un poco pillados de tiempo y se quedaron algunas elaboraciones frías pero salí muy contento del concurso de bocadillos».
El ganador llevó un bocadillo de sardinas el cual impactó al jurado debido a que «se recuperaba la tradición». Nos contaba Javier que hubo un poco de polémica por parte de los concursantes y sobretodo de la prensa ya que creían que la valoración era de un jurado «un poco arcaico». «Creo que debería haber más cocineros entre el jurado de los que había», nos contaba Javier que destacó la presencia de Carlos Maldonado y Juanjo López. En el concurso de bocadillos se quedó entre los cuatro mejores. El martes fue día de descanso en el que preparó el concurso del miércoles.
El miércoles fue un poco más difícil para Javier. En el concurso de quesos de La Casota, Javier presentó una tierra de manzana impregnada en café la cual está helada, con una mousse de queso hecha en nitrógeno líquido (crujiente por fuera y cremosa por dentro), un bizcocho de sifón secado al horno de piñones y azafrán y una salsa toffe de palo cortado. La empresa que le traía el hielo seco y el nitrógeno líquido se retrasaron, por lo que le tuvo que emplatar a contrarreloj. «Empecé el día mal, los llamaba por teléfono y no me lo cogían. A las doce menos cuarto me llaman, que estaban abajo y salí zumbando. Al final llegó a tiempo», explicaba Javier que matizaba que a causa de los tiempos de espera y al tener el plato con nitrógeno 5 minutos parado «no salió como tenía que salir, entonces acabe un poco cabreado». Califica el plato que ganó el concurso de «espectacular».
El jurado de este concurso lo presidía el famoso chef, Ángel León. «Es un tío muy campechano», explicaba Javier sobre León, con quién nunca había coincidido. También ha destacado el papel de las personas que coordinaba las cocinas del backstage, «no son muy conocidas pero son muy importantes».
«Estoy muy contento y salí con muy buenas sensaciones. Te tratan muy bien, te hacen sentir alguien importante. También sales un poco de la rutina del trabajo. El nivel del concurso era muy bueno». Javier nos explicaba que se siente afortunado de participar en Madrid Fusión ya que hay gente que no tiene esa oportunidad.
Pero Javier Olmedo no para y ya se está preparando para nuevos retos. El más próximo el concurso de la Gamba Roja de Denia y después el Concurso Internacional del Aceite de Oliva en el Salón del Gourmet.
Desde aquí le deseamos todos los éxitos posibles y que siga deleitando a la gente con sus sensacionales platos.