Los dos acusados de intentar atropellar a tres jóvenes en Tomelloso (Ciudad Real) tras haber mantenido una discusión con ellos porque no les ayudaron a empujar su coche, han negado este martes en la Audiencia Provincial los hechos y han atribuido el atropello a que las víctimas, con las que habían discutido, estaban en la calzada y ellos habían bebido.
Ante una sala llena de familiares de los dos acusados –que son primos– a los que la presidenta del tribunal ha tenido que llamar al orden en varias ocasiones, el primero en testificar ha sido J.R.T.R, quien iba de copiloto, y que ha dicho que en la noche del 3 de julio de 2015 se les averió el coche junto al bar Nico, donde estaban los otros tres chicos, a los que les pidieron ayuda y se negaron.
A preguntas del fiscal ha señalado que su primo y él consiguieron arrancar el coche, si bien se detuvieron ante las víctimas del posterior atropello para preguntarles por qué les habían lanzado un taburete contra el coche, negando que cogiera ninguna llave ni intentara agredir a nadie sino que, por el contrario, recibió un golpe que lo tiró al suelo, donde vio que también estaba su primo, por lo que se marcharon a tomar una cerveza a otro bar cercano sin amenazar a nadie.
Siempre según su relato –que posteriormente ha corroborado el otro procesado– cuando se acabaron la cerveza se iban a su casa pasando ante el bar Nico «porque era el camino» pero no vieron que hubieran atropellado a ninguna persona y pararon al ver el revuelo. Cuando vieron a mucha gente acercarse se asustaron y se fueron.
«Yo que sé lo que pasó, no me acuerdo de nada. Estaba borracho» ha dicho J.R.T.R, que también ha añadido que había un coche en doble fila, por lo que, a preguntas de su defensa, ha señalado que fue una situación imprevista y que cree que su primo perdió el control.
El conductor del vehículo, un Alfa Romeo –R.G.R– ha narrado la misma versión que el copiloto, negando que su primo se bajase del coche con una llave mecánica como sí había dicho en una declaración anterior. Ha dicho que llevaba las luces encendidas en el momento del atropello, que notó un impacto que le hizo parar y que se asustó al ver a la gente ir hacia él «porque había bebido, no tenía ITV y no tenía seguro».
«ME CAGÜEN VUESTROS MUERTOS»
Una versión contraria han expuesto las víctimas y los tres testigos, que han declarado que si bien no recuerdan nada de aquel día porque hacía mucho tiempo, han ratificado las declaraciones que hicieron en sede judicial sobre la alta velocidad del vehículo de los acusados y que fue directo hacia las víctimas. Han asegurado que escaparon saltándose semáforos y direcciones prohibidas.
La primera víctima en testificar ha sido G.B. que ha narrado que los acusados les habrían dicho «me cagüen vuestros muertos» tras decirles que no podían empujar para, una vez arrancado el coche, acercarse a ellos «con una llave metálica con la que intentó darle en la cabeza». «Pero la esquivé y me dejó la marca en el hombro», ha dicho.
La víctima, que ha reconocido a las defensas ser campeón de kick boxing pero que no les dio ninguna patada a los acusados «porque el resultado habría sido distinto», ha indicado que transcurrido un breve espacio de tiempo se giró porque oyó un coche revolucionado acercarse y vio las luces directos hacia ellos, pero no pudo esquivarlo porque salió despedido.
Lo mismo le ocurrió a M.C.B., que ejerce la acusación particular porque fue quien se llevó la peor parte al salir volando más de cinco metros, lo que le provocó rotura de costillas y del esternón. «El cirujano me dijo que había tenido mucha suerte porque las costillas rotas estaban en una zona vital y podrían haberse clavado en el pulmón o seccionado la aorta».
NO RECUERDAN NADA
El resto de testigos que han declarado en la primera sesión del juicio que continúa este miércoles han señalado a la mayoría de las preguntas que no recordaban nada si bien han ratificado las declaraciones que hicieron en sede judicial y policial, sobre que vieron ir al vehículo a gran velocidad directo a ellos y que condujeron de forma temeraria para huir.
El fiscal y la acusación particular solicitan 24 años de cárcel para J.R.T.R. por tres delitos de tentativa de homicidio, y 25 y medio para R.G.R por atribuirle también el de conducción temeraria, mientras que las defensas de los acusados piden la absolución y, subsidiariamente, un delito por lesiones imprudentes.