La sociedad se va modernizando cada vez más, a pasos agigantados, pero algo pasa ya que queda un resquicio de tradición, o digamos un anhelo por lo nuestro, ¿quién no conoce a estas alturas de la película el mercado de ‘El Puñao’? Situado en el Mercado de Abastos de Tomelloso, ‘El Puñao’ se ha disfrutado sobretodo en la festividad de los Santos y en San Antón. Que le pregunten a nuestros abuelos, ¿cuantos de ellos han ido a comprar frutos secos o castañas asadas a ‘El Puñao’?. Y es que los tiempos evolucionan pero el recuerdo, las ganas y la nostalgia de tiempos pasado siempre queda en nuestra mente.
Por eso es fácil que los que más disfruten de ‘El Puñao’ sean los más mayores y los más pequeños, los primeros por la tradición y el gusto de acudir con sus nietos o bisnietos a mostrarles lo que estaba de moda en sus tiempos mozos, todo un privilegio; y los más pequeños porque se quedan embelesados, agarrados de la mano de sus abuelos y abuelas mirando los snacks, frutos secos y golosinas varias que les hacen poner los del revés. Historia pasada e ilusión presente es lo que se respira en este mercado en el que las luces anaranjadas de la plaza de Abastos se funden con la iluminación blanca de ‘El Puñao’. Tradición al fin y al cabo. Por eso disfrutemos ahora de los frutos secos, castañas, golosinas, incluso churros y porras con chocolate. Una costumbre que se sigue manteniendo y donde la gente sigue acudiendo, a pesar del frío y por mucho que pasen los años.
