El pasado viernes 27 de enero, el mundo celebró el Día de la Memoria del Holocausto, es la fecha que conmemora la liberación del campo de Auschwitz por el Ejército Rojo. No debemos olvidar una de las épocas más tristes de la humanidad, cuando el mal se adueñó de la tierra.
En aquel tiempo hubo un grupo de funcionarios españoles que salvaron la vida a miles de judíos. Algunos estan declarados “Justos entre las naciones” por el Estado de Israel. Sirva esta entrada como recuerdo de la Shoah y de reconocimiento y homenaje a aquellos héroes.
Quien salva la vida de un hombre, salva al mundo entero, dice el Talmud.
Los sefardíes son los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492 y que, a través de los siglos, conservaron las costumbres, la lengua y la cultura de España. En 1924, el Gobierno de Primo de Rivera aprueba un Real Decreto que abre un proceso de nacionalización española de los sefardíes que lo solicitaran. El proceso concluía en 1930. Esta disposición es utilizada por algunos diplomáticos españoles para ayudar a los judíos perseguidos durante la II Guerra Mundial. Miles fueron protegidos y salvados del exterminio gracias a la iniciativa, compromiso y labor humanitaria de esos funcionarios que, por iniciativa propia y asumiendo ciertos riesgos se esforzaron por ayudar a los perseguidos.
Eduardo Propper de Callejón: Primer secretario de la Embajada de España en París de 1939 a 1941. Concede visados «en tránsito» para cruzar por el territorio nacional con destino a Lisboa. Justo entre las Naciones.
Bernardo Rolland de Miota: Cónsul General de España en París (1939 – 1943). En 1943, Bernardo Rolland comienza a organizar la repatriación de 77 judíos españoles, labor que culminará su sucesor Alfonso Fiscowich.
Alfonso Fiscowich: Cónsul General de España en Paris (1943 – 1944).Continúa la repatriación de los judíos españoles y logra la liberación de los internados en el campo de tránsito de Drancy.
Sebastián Romero Radigales: Cónsul General de España en Atenas (1943 – 1944). Entre marzo y junio de 1943, 48.000 judíos de Salónica fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Romero Radigales interviene a favor de los deportados sefardíes y solicita al Embajador en Berlín que negocie con las autoridades alemanas su liberación. Consigue que los internen en un campo neutral y en febrero de 1944, los 367 sefardíes llegan a España.
Julio Palencia y Tubau: Ministro de la Legación de España en Sofía (1940-1943). Se enfrenta sin éxito a las autoridades Nazis para evitar la ejecución del judío búlgaro León Arie cuyos hijos adopta para que pudieran salir del país y reencontrarse con su madre. Igualmente intercede por la liberación de algunos judíos detenidos, entre ellos, el empleado de la Legación, Santiago Béjar.
José Ruiz Santaella y Carmen Schrader: Agregado a la Embajada de España en Berlín (1944) y su esposa. Logran ocultar y salvar a tres mujeres judías, empleándolas como servicio doméstico en su casa de Diedersdorf. Justos entre las Naciones.
José Rojas Moreno: Embajador de España en Bucarest (1941-1943). Logra que sean revocados los decretos de expulsión dictados contra un grupo de judíos sefardíes y la promesa formal de que en el futuro ninguno sería expulsado. Les proporciona un documento en el que se declara que, como españoles, no pueden quedar sujetos a las medidas de excepción acordadas contra los judíos.
Y los más conocidos:
Ángel Sanz Briz: Encargado de Negocios de España en Budapest. (1944). El Schlinder español. Justo entre las Naciones. Biografía en Wikipedia
Giorgio (Jorge) Perlasca: Colaborador de Sanz Briz. Justo entre las Naciones. Biografía en Wikipedia