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miércoles, 25 diciembre
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El Atlético Tomelloso vuelve a sonreír

El Atlético Tomelloso vuelve a sonreír

El Atlético Tomelloso encontró la medicina perfecta para volver a sonreír, para soñar. Para alejar fantasmas y también para coger una dosis de seguridad y tranquilidad que solo las victorias dan. Para ver la vida desde otra perspectiva; desde otro punto de vista. Con otros ojos; los de la fe. Porque una victoria, a veces, es mucho más que tres puntos. Es un antes y un después. Un punto de inflexión. Y eso fue lo que hizo el equipo auriverde tras vencer al Albacete B; marcar un antes y un después, poner fin a una mala racha y frenar una mala dinámica.

No hizo el mejor partido de la historia el equipo de Darío Martín, pero dejó detalles de que este equipo tiene casta. Casta y coraje de un equipo sufridor que tiró de alma para volver a la senda del triunfo. Lo mereció ante el Mora en un ejercicio donde el fútbol no fue justo. Rascó sendos empates en campos complicados como Almagro y Las Pedroñeras y sucumbió con estrépito, sacando hasta los colores, ante el Ibañés y La Roda. Hasta la sexta, por tanto, no fue la vencida para sumar una victoria que sabe a gloria.

Cambios en el once

Cambió de dibujo y de nombres el bueno de Darío en busca de la victoria. Defendió la portería Mena con un Javi Dueñas que dio el salto del juvenil obligado por las circunstancias. El canterano incluso calentó cuando Mena dio el susto, pero dejó claro que hay cantera en Tomelloso y que se cuenta con ella.

En la línea defensiva, Vampi y de De la Hoz cumplieron con el guión y Juanpe fue el maestro perfecto de un Loren Molinero que se consagró en la categoría y en el equipo. El otro Lorensacó la batuta para formar una sociedad perfecta con Juanfri y ser los mejores del partido. Con permiso de Javi Fernández, por supuesto, que, a pesar de fallar dos ocasiones clarísimas, tiró de clase para guiar a los suyos a por los tres puntos. Gallego cayó a la banda como Javi Heranz para dejar a Del Barco solo ante el peligro. El madrileño no marcó, pero pudo hacerlo en una clara ocasión que escupió el larguero. Sin embargo, hizo un gran desgaste físico para dejarse todo por el equipo.

Primera parte gris

En el primer tiempo, el Albacete B estuvo algo mejor y dispuso de las ocasiones más claras del partido, pero fue Javi Fernández el que pudo cambiar el guión del partido a los tres minutos si no llega a mandar el balón al muñeco cuando se plantó solo ante Hugo. Más tarde, era Gallegoel que luchó un balón aéreo con el portero para sacar un testarazo flojo y mordido al lateral de la red.

Tampoco es que el filial del Albacete fue mejor que los de Darío, pero Lander, Jony y Michael avisaron a Mena con tres disparos peligrosos que se fueron desviados por poco. Fue David, a diez del descanso, el que mandó una falta a la cruceta gracias a que Mena tocó el balón con lo justo para evitar el gol. El portero se estampó contra el palo y dio el susto para mandar a calentar a Javi Dueñas.

Segunda parte auriverde

Torre de Gazate Airén

En el segundo tiempo, el Atlético Tomelloso tiró de coraje y salió enchufado a por la victoria, pero tantas ganas puso que la ansiedad terminó pasando factura de cara al gol. Como Javi Fernández, que a los treinta segundos de la reanudación recibió un gran pase tras robo de Gallego y solo ante el portero la pegó a la primera cuando tenía todo a su favor. El portero rozó el esférico y mandó el balón a córner. Darío se echaba las manos a la cabeza. Javi Fernández,también. Porque los nervios seguían, el gol no llegaba y los fantasmas sobrevolaban un Paco Gálvez que ya había visto esta película.

Sin embargo, cogió un balón Gallego a la hora de partido y la pegó con la fe de un capitán que volvió a entregarse por el equipo. El balón fue raso y mordido, pero suficiente para besar las redes y subir el primero al marcador. Y cinco minutos más tarde, en el 63, era Javi Fernández el que saltaba para coger un balón que caía del cielo y meter la cabeza para subir el segundo al marcador. Tomaba oxígeno el Atlético Tomelloso que pudo hacer el tercero a quince del final si no llega a ser porque la volea forzada que se sacó Del Barco diera en el travesaño.

Ya en tiempo de descuento, y en una jugada aislada, Michael metió la cabeza para poner el 2-1. Sin tiempo para más, el colegiado pitó el final del partido y los tres puntos se quedaron en el Paco Gálvez para un equipo que respira y que vuelve

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