Cuando uno se levanta de madrugada, varias veces, termina despertando a todo el mundo. Antonio atraviesa viñedos con Pablo, un riojano que le cuenta cosas de su vida bajo el cielo encapotado.
El fisio de Santo Domingo de la Calzada (dónde cantó la gallina, etcétera) aconseja a nuestro peregrino que pise bien. Le dice que tiene líquido en la rodilla. A Julio le diagnostica un esguince, le aconseja abandonar, pero es maño, ya se sabe.
Vicente y Paco se despiden.