Este miércoles 8 de febrero, si la meteorología lo permite, arrancan las primeras obras para eliminar los problemas que presenta la rodadura de la calle Reverendo Eliseo Ramírez. Por ello se informa que habrá cortes alternos al tráfico hasta el viernes día 10, por lo que se piden disculpan ante las molestias que se puedan ocasionar, se ruega paciencia y se solicita a los vecinos que utilicen rutas alternativas de tráfico.
El Área de Servicios al Territorio estudió el comportamiento de la calle Reverendo Elíseo Ramírez durante la época de lluvias del último trimestre analizando la situación del vial y el efecto del agua sobre el adoquín. El análisis y diagnóstico técnico previo, ha dado lugar a una propuesta para revertir el actual y rápido deterioro del firme de la calle, que como bien es sabido, es de adoquín sentado sobre una capa de árido que descansa sobre solera de hormigón.
Según el concejal José Ángel López, “el problema radica en el drenaje ya que las aguas de escorrentía son bien recogidas en superficie, pero no ocurre lo mismo bajo el firme”. De este modo, el agua penetra por grietas y poros colmatando el árido que hay bajo el adoquinado con lo que la lámina de agua aparece en superficie generando incómodos charcos para los usuarios. Además al no drenarse debidamente, provoca daños importantes en la vía y degenera en blandones como baches y movimientos del adoquín tal y como se puede apreciar en la actualidad.
Para López “Carlos Cotillas y el anterior concejal de Urbanismo, Javier Navarro, además de dejar 16 millones de deuda en el Ayuntamiento, dejaron también millones de problemas”. López aseguró que ante esta situación que proviene de un proyecto ejecutado durante la anterior legislatura, el actual equipo de gobierno “se pone manos a la obra y está preparando un proyecto en fases, para ir estudiando el resultado de cada una y hacer que las inversiones sean lo más ajustadas posibles”. El objetivo es, recordó el concejal, “darle a la calle el aspecto digno que se merecen sus comerciantes y vecinos”.
La primera fase consistirá en la reparación de los imbornales existentes, extrayendo los actuales y realizando perforaciones en los mismos, para que el agua pueda drenarse tanto en superficie como bajo el firme y saneando las zonas anexas a estos sumideros, con un coste aproximado de mil euros. Después se pasará a analizar cómo funciona la calle y comprobar si con esta solución menor se reducen los charcos.
José Ángel López lamentó que en una calle “en la que se invirtieron 240.000 euros haya que volver a invertir”, un precio que “desgraciadamente vamos a tener que pagar los tomelloseros por haber tenido un equipo de gobierno que no se preocupaba de la ciudad y que no reparó la calle en su debido momento”.
El concejal explicó por último que se va a trabajar para que la calle pueda tener un aspecto atractivo, comercial y que mantenga el adoquín, advirtiendo que si se mantuvieran los problemas, “no descartamos emprender las acciones necesarias para que el vial finalmente obtenga un resultado definitivo, duradero y que suponga un mantenimiento razonable que no preocupe a sus vecinos”.