A sus 8 años de edad, este toledano se ha convertido en el campeón del mundo de cálculo mental. Ignacio Bravo Martín fue proclamado este domingo ganador del título de su categoría (nivel 5 de 10) en Kuala Lumpur, Malasia. ¿Sus rivales? Un total de 600 niños procedentes de 13 países distintos y de los que él era el único representante español. Una gran oportunidad y todo un desafío para este castellano-manchego que regresa a casa con la copa y la medalla de la victoria.
Con un ábaco japonés y cálculos que van aumentando su complejidad conforme se avanza de nivel, así se resume la laboriosa preparación de esta joven promesa de las cuentas. Sumas, multiplicaciones, divisiones… todo un baile de cifras al que este campeón ha tenido que hacer frente mentalmente durante sus entrenamientos y la competición. Pero, sin duda, para este precoz matemático su principal objetivo no es superar cuentas, sino superarse… a sí mismo. Todo un ejemplo de esfuerzo que demuestra que, con trabajo, voluntad, ganas y entusiasmo, cualquier cosa es posible.
Y hablar de Nacho es hablar también del programa que lo ha preparado para afrontar este certamen. Aloha Mental Arithmetic es el nombre del proyecto que lleva organizando el campeonato desde 1993. El programa, que colabora con más de 500 centros en España, ayuda a jóvenes de entre 5 y 13 años a desarrollar capacidades tales como la memoria fotográfica, la destreza o la concentración a través de un conjunto de divertidas sesiones. El objetivo de los entrenamientos es conseguir que los niños mejoren su concentración y aprendan a resolver operaciones matemáticas de una forma eficiente. Una metodología que, según aseguran en la web, ya la aplican más de 30 países de los 5 continentes. Fue hace 3 años cuando presentaron el programa en el C.P. Valparaíso, centro donde estudia Nacho. Un proyecto al que el niño se adaptó muy bien, debido a su afición a los números y a lo bien que se maneja con los cálculos.
Pero el Mundial de Kuala Lumpur no es el único reto al que este joven toledano se ha enfrentado. A su corta edad, este niño ya ha formado parte de otras pruebas, como un campeonato provincial, el cual ganó, y un campeonato nacional en el que se proclamó subcampeón. Esta afición del joven a los cálculos fue descubierta “por casualidad”, según aseguraba su padre, Carlos Bravo, durante una entrevista en una emisora nacional. Nacho se dio cuenta de la ilusión que le hacía recibir un galardón por hacer algo que a él le apasionaba y donde se premiaba su esfuerzo y dedicación. Ahora, un triunfo más se añade a su lista de éxitos. Habrá que seguir pendiente de los progresos de este castellano-manchego que, no cabe duda, seguirán sorprendiéndonos…