La Estación Enológica es una cuestión que desde la consejería de Agricultura se lleva trabajando desde “el primer día”, señalaba Martínez Arroyo, y que genera cierta controversia. Para el consejero —que respondió a preguntas de los medios durante la inauguración de la jornada “Los Grupos de Acción Local y la gestión de Leader en el Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha”, celebrada este viernes en la sede de IRIAF en Tomelloso— lo importante es que exista un Laboratorio de Análisis de la Calidad del Vino en Castilla-La Mancha, que esté allí donde están las bodegas, es decir “en La Mancha”, aseveró, y que las empresas de nuestra región no se tengan que ir fuera a analizar el vino.
El compromiso del Gobierno regional, subrayó el consejero, es que el laboratorio “venga a La Mancha” y en ello se está trabajando. En breves fechas, en 10 o 15 días, precisaba Martínez, estará resulta la cuestión. Lo primero será trasladar todo el material que actualmente está en Toledo y comenzar el proceso de acreditación del laboratorio, que es lo más importante para el Gobierno y la consejería, ya que de no producirse esa acreditación “no nos sirve para nada”.
El consejero señaló que el Gobierno tomará las decisiones necesarias en función de los intereses de Castilla-La Mancha y de los habitantes de la región. En este asunto, explicaba, el interés principal es el sector del vino “que es el que necesita cerca ese laboratorio”. Independientemente de donde se ubique ese centro, el consejero mostró su convencimiento de que todos los pueblos del entorno van a tener participación en el desarrollo de los trabajos de esa Enológica. Por ello, Martínez Arroyo, le quitó hierro a la decisión de donde se ubica físicamente, poniendo el foco “en lo importante que va a ser que esté en La Mancha y resuelva los problemas de las empresas”, que es “a lo que nos tenemos que dedicar”, subrayó.
