La portavoz del Partido Popular, Carmen Riolobos, ha comentado que el proyecto de hospital de Toledo que ha presentado el Gobierno de Castilla-La Mancha es «una nueva trampa, una nueva mentira y una nueva falsedad» del presidente regional, Emiliano García-Page, convencida de que «ni de lejos» va a estar terminado en 2019.
En rueda de prensa, Riolobos ha indicado que el hospital «que ahora quieren vender como nuevo, es el que dejó salvado Cospedal cuando encontró el mecanismo claro de financiación y de hacerlo viable», por lo que en el PP va a estar «muy pendientes» de que «se justifique todo».
Así, ha comentado que van a velar por que haya informes técnicos de viabilidad de la infraestructura, la justificación de la Intervención General de la Junta, la de los servicios jurídicos y la aprobación pertinente de la Intervención General del Estado.
Sobre el proyecto, la dirigente del PP ha subrayado que, «a pesar de salir diciendo que va a haber mucho espacio se van a reducir servicios asistenciales», en relación con el proyecto del Gobierno de María Dolores de Cospedal, aunque ha señalado que serán los socialistas los que deberán decir qué servicios se han reducido.
Además, ha mostrado su preocupación porque «en aquellos contratos en los que mete la mano Page siempre mete la pata y la lía», y ha lamentado que «lo único que han hecho» los socialistas en torno al hospital es «perder año y medio moviendo papelillos».
DESCONTENTO
De otro lado, se ha referido a la situación de la sanidad en la región, asegurando que siguen produciéndose «múltiples quejas» en este ámbito, donde hay un «deterioro manifiesto», crece el «descontento de los profesionales sanitarios» y la «soberbia» del Ejecutivo autonómico.
Riolobos ha incidido, citando casos concretos, en la «falsedad» de las listas de espera, en las que el Gobierno «sigue sin incluir» la cirugía menor, en el «abandono» que sufren los pacientes, y en que el «número de profesionales que faltan es enorme» y deben desempeñar su trabajo bajo un «intolerable presión asistencial».
Igualmente, ha arremetido contra el «nivel de prepotencia de Page» porque no está teniendo en cuenta las peticiones de los ciudadanos ni las de los profesionales ni las quejas de la oposición, lamentando que esté «encastillado», como demuestra que dejase en manos de la directora gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Regina Leal, que ha definido como «políticamente muerta», salir a contar el proyecto del hospital de Toledo.