Agentes de la Policía Nacional han detenido a 24 miembros de un clan familiar afincado en localidades de Madrid y Toledo, especializados en estafar a personas de la tercera edad con cupones de lotería «supuestamente agraciados» por toda España, el popular timo del ‘tocomocho’.
Así lo han confirmado este miércoles ante los medios de comunicación la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez, donde han indicado que «por el momento, se conocen más de 70 hechos que han sido cometidos en los últimos meses y con los que habían logrado defraudar más de 200.000 euros a las víctimas».
Además, Dancausa ha hecho referencia al «incremento» que se ha dado en este tipo de engaños, ya que en 2015 «alcanzó la cifra de 350 estafas». «La investigación comenzó en septiembre, la última detención se dio ayer y la operación sigue abierta, por el momento», ha añadido.
Este grupo familiar lo formaban abuelos, hijos y nietos con edades comprendidas entre los 18 y los 71 años de edad y con «un amplio historial delictivo». Según han señalado los agentes, alguno acumulaba un total de 30 detenciones por estafa y delitos contra la propiedad.
EL GRUPO MÁS ACTIVO Y ESPECIALIZADO EN ESPAÑA
Los miembros de la familia se encontraban afincados en diferentes localidades de la Comunidad de Madrid y Toledo, «considerándoles el grupo criminal de estas características más activo y especializado en toda España».
Por ello, a los detenidos se les imputa por delito de estafa y grupo organizado y se encuentran en libertad con cargos. La investigación ha sido llevada a cabo por agentes del grupo GOIZII en colaboración con las comisarías de Alcalá de Henares, Villa de Vallecas, Puente de Vallecas, Mortalaz, San Blas, todas pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía y la Comisaría Provincial de Segovia.
EL TIMO DEL «TOCOMOCHO»
La delegada del Gobierno de Madrid ha explicado que «el timo consiste en engañar a las víctimas con cupones de lotería supuestamente agraciados y mediante el empleo de una lista de falsos números premiados que da la credibilidad al embuste».
Además, ha indicado que «uno de los delincuentes aborda a la víctima y le ofrece venderle el billete de lotería premiado alegando que por algún motivo no le puede cobrar y siempre por menos dinero del que corresponde al premio». Esta es la supuesta compensación económica que gana la víctima por «ayudar».
Asimismo, para dar «mayor veracidad» llega un segundo estafador (el gancho) que suele afirmar la autenticidad del mismo exhibiendo la lista falsificada de boletos premiados o «pampas».
Los miembros de este clan acompañaban a las víctimas a las entidades bancarias y a sus propios domicilios, donde llegaban a pedirles incluso sus joyas como anticipo y «garantía» de que no fuesen ellos los engañados.