La Central Sindical Independientes y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado que los hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) han cerrado este verano 10.603 camas, en torno a un 10 por ciento del total, como consecuencia de la falta de personal ya que en torno al 90 por ciento de las bajas por vacaciones quedan sin cubrir. En el caso de Castilla-La Mancha, el sindicato denuncia que cuenta con 400 camas menos.
«Es superexcesivo, no entendemos que haya que cerrar ninguna cama mientras siga habiendo pacientes en lista de espera», ha denunciado el presidente de esta organización sindical, Miguel Borra, tras dar a conocer los datos de camas cerradas recabados por sus delegados territoriales.
La situación, que ya ha sido denunciada por otros sindicatos como Satse, es generalizada en todas las comunidades aunque destaca sobre todo la situación de Andalucía (2.350 camas menos), Madrid (1.510), Galicia (1.250), Comunidad Valenciana (950) o País Vasco (900). A éstas les siguen Castilla y León (726), Cataluña (712), Aragón (514), Castilla-La Mancha (400), Canarias (312), Asturias (309), Extremadura (220), Murcia (200), Cantabria (186), Baleares (120), Navarra (120) y La Rioja (89).
El sindicato reconoce que este cierre de camas en verano se produce todos los años pero en los últimos «el problema se ha agravado», según ha añadido Fernando Molina, presidente nacional del Sector de Sanidad de CSIF, y se une al descenso de camas experimentado durante la crisis, pasando de 115.418 en 2010 a 109.984 en 2013.
El sindicato lo achaca a una cuestión «puramente economicista» que también está relacionada con el recorte de las plantillas de los últimos años, un 24.559 profesionales menos desde enero de 2012, que además se ve acusado en verano por la no sustitución de los trabajadores de vacaciones.
EN LAS ZONAS COSTERAS LOS REFUERZOS SON INSUFICIENTES
Además, la situación es más «problemática» en aquellos centros donde el cierre de camas es más acusado, como el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde hay un 30 por ciento menos, o en las zonas costeras, donde «las plantillas se refuerzan un 10-15 por ciento pero la población a atender aumenta hasta un 100%», recuerda Molina.
Y lamentan que la consecuencia de todo ello es un aumento de las listas de espera y un mayor colapso de las urgencias «con esperas de 7 a 9 horas» dado que «los pacientes no pueden ser derivados a planta porque no hay camas», ha censurado.
«La gente no deja de ponerse enferma en verano, son los mismos pero están redistribuidos, y sigue habiendo pacientes en lista de espera que estarían dispuestos a tener una consulta u operarse en agosto, pero no pueden porque no se les ofrece», ha añadido Borra.
PIDEN QUE ANA PASTOR MEDIE EN RESOLVER EL PROBLEMA
De hecho, y aunque la competencia en materia de sanidad corresponde a las comunidades, el presidente de CSIF propone a la nueva presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, que aproveche su pasado como exministra del ramo y su conocimiento del sector para «favorecer el diálogo y el acuerdo» para acabar con esta situación.
«Reclamamos un pacto de Estado entre todos los partidos, porque no es lógico que haya 17 sanidades distintas, sino que tendría que ser igual de buena en todas las comunidades», ha defendido Borra.
Asimismo, CSIF también reclama que los acuerdos que adopten el Ministerio y las comunidades en el Consejo Interterritorial sean vinculantes y que se haga un estudio de las necesidades de personal en cada servicio sanitario «para que no haya una tasa de reposición sino que se cubran todas las plazas que haga falta y haya un empleo estable».