Fuente: Diario Lanza y lanzadigital.com
El Espacio de Arte Contemporáneo de Almagro exhibe desde ayer la exposición ‘Museo Romántico’, de Pepe Carretero, que ofrece en esta muestra una amplia panorámica de su producción creativa, incluyendo en gran parte obras de última producción como ‘El almuerzo’, cuadro en el que retrata en la mesa a su familia terminando de reponer fuerzas con un cocido, o ‘La calle La Feria’, realista perspectiva de esta principal vía de su Tomelloso natal en la que ha estado trabajando dos años.
Organizada con el apoyo de la empresa V&S Asociados, con motivo de su 20 aniversario, la exposición de Carretero está conformada por cuadros sobre los sueños, paisajes urbanos de Tomelloso, su familia, la infancia, la pareja, retratos y bodegones.
Un total de 67 obras integran la muestra de un creador de una pintura muy narrativa, onírica y autobiográfica, con toques pop y también neorrealistas y costumbristas.
En la muestra, hay una amplia sección de 14 cuadros sobre sueños que le han impresionado y en los que hay sorprendentes circunstancias y sucesos, erotismo, apariciones, persecuciones, dados y enanos acaparando el protagonismo y otras incomprensibles a priori escenas guiadas por el subconsciente en las que el propio autor aparece desnudo por ejemplo en el acto de una inauguración en Tomelloso ante la presencia de los Reyes o entre las ruinas de un rico palacio que se acaba de derruir junto a sus padres y un perro, además de cuadros como el de un grupo de personas en el que un niño llora porque a las esculturas les cambian la cabeza o el de su padre vendiéndole pescados entre aviones.
Familia y pareja
Autorretratos como el que se hizo pintando en Key West o el de ‘El vagón-retorno’ también forman parte de la muestra que incluye, en el grupo relacionado con el ámbito familiar, obras como ‘La bienvenida’, en la que aparece su padre recibiéndole a su llegada a Tomelloso; una serie sobre la progresión de su padre tras sufrir un ataque de corazón; y el retrato de su madre con una caja de joyas inspirado en el de Giovanna Tornabuoni del Thyssen; así como de sus sobrinos como príncipes, recibiéndole con ilusión e incluso uno de ellos como un Divino Pastor.
Varias obras se enmarcan en el tema de la pareja como un gran cuadro en el que narra, como si lo captara con un objetivo de ojo de pez, la evolución de una pelea, y respecto a la infancia relata en cuadros cómo el perro ‘Tarzán’ de sus abuelos iba a recogerle al colegio, o la herida que le hizo a su hermana jugando, pillándole la mano con una puerta, el día en el que su madre los iba a llevar a ver el estreno de ‘Sissi Emperatriz’.
Entre otras escenas cotidianas grabadas en la mente de Carretero y llevadas al lienzo están la de encontrarse solo en un fila de pupitres entre las columnas de asientos que ocupaban a un lado los chicos y al otro las chicas, y la “merendola” con la que convidaban al coro infantil del que era solista tras el Corpus.
Bodegones de cabezas, plantas y frutos, así como cuadros pequeños de pinturas ‘telefónicas’ de ésas que se realizan mientras se habla por teléfono y en las que la mano es la que guía, completan la exposición que se puede presenciar hasta el 5 de junio. Amigos y familiares acudieron ayer a la inauguración de la muestra en Almagro, donde Carretero asistió a principios de los 80 dos veranos a un curso de pintura en el que participaban reconocidos artistas, iniciativa formativa y de creación que consideró que se debería recuperar.