El Rinconcito, mítico y céntrico local de Tomelloso, cuelga en sus paredes los mundos fantásticos de Juanjo Pascua Agrelo. Ilustraciones de leyendas épicas inventadas por el propio autor, narradas en cada cuadro, componen esta muestra titulada “Leyenda épica ilustrada”, toda una declaración de intenciones de lo que el espectador va a encontrar.
El artista (de una insultante juventud) vivió cinco años en Tomelloso, no en la Escuela de Artes, nos recalca, confesándonos que es autodidacta en ese sentido. Juanjo nos relata que presenta en El Rinconcito una colección que trata sobre leyenda y épica ilustrada, como señala el título de la exposición. Son ilustraciones individuales en las que Pascua cuenta una historia única. Está presente la mitología en las ilustraciones, pero inventada por el artista en la gran mayoría de los cuadros. Es una suerte de universo creado por Juanjo, con personajes únicos y sin formar parte de un conjunto. Es ese sentido nos explicó que buscaba con la exposición que no existiese relación entre los personajes. Juanjo Pascua presenta 22 ilustraciones.
Juanjo se confiesa seguidor de los grandes autores del cómic, Frank Franzetta y Simon Bisley. Asegura que los ha tenido mucho en cuenta en cuanto a proporciones de los cuerpos, movimientos, temáticas. A pascua le gusta la temática vikinga y céltica, pero como intenta no ser monótono, dibuja también personajes de la vida cotidiana, transformándolos.
Es la primera exposición en solitario de Juanjo Pascua, se mostró muy contento de la aceptación que ha tenido y del local, de El Rinconcito. Explicaba que si expones en una galería, el público acude al principio y al final, sin embargo en el bar siempre hay gente, con lo cual se va contemplando continuamente. Además, va reponiendo obras de las que se venden, es más fresco y el público ve cosas distintas. El mismo público es distinto cada vez, algo que beneficia al artista pues se conoce su obra desde distintos puntos de vista.
Juanjo usa la técnica de calibrado, es en la que se quiere especializar, asevera. Busca que su obra sea reconocida, por los trazos y el estilo, que cuando alguien vea una ilustración suya pueda decir que es de Aloha, que es el seudónimo con el que firma.
