El de octubre fue un pleno largo y farragoso, con 21 puntos en el orden del día que hizo que nuestros munícipes se emplearan a fondo hasta cerca de las 2 de la madrugada. Además, el público asistente, soberano como es, aguantó impertérrito a que acabase la sesión plenaria. Los representantes de los tomelloseros aprobaron la modificación de las Ordenanzas Fiscales de la ciudad para el próximo 2016, como nota destacable PP y Ciudadanos votaron unidos la bajada del IBI de urbana hasta el 0,75 por ciento, frente al 0,80 por ciento propuesto por el equipo de gobierno. También salió adelante una moción de Izquierda Unida contra la Ley de Seguridad Ciudadana.
Antes de llegar a la parte mollar del Pleno, en el punto 2 del orden del día la secretaria leyó una carta del presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page en el que mostraba el apoyo del gobierno regional a la conexión ferroviaria de Tomelloso y Argamasilla de Alba. En el punto 5, los 21 votaron a favor del abono a los funcionarios del porcentaje correspondiente de la paga extra de diciembre de 2012, que fue suprimida. Con la abstención del PP se aprobó la cesión a la Junta de la pista de la antigua Escuela de Conductores como patio para el colegio Félix Grande. También por unanimidad se cambió la fecha del pleno de noviembre al día 23 de noviembre a las 19:00 horas, para hacerlo coincidir con el sorteo de miembros de las mesas para las próximas elecciones generales.
Y el punto 8 abría la serie en la que se modificaba la Ordenanza Fiscal del Ayuntamiento de Tomelloso. Se trataba de la rebaja del IBI, del recibo de la contribución. El equipo de gobierno presentó al pleno la bajada de la cuota de Urbana del 0,88 por ciento actual, al 0,80 por ciento. No obstante, salió adelante una enmienda del PP y Ciudadanos, por la que esa bajada llega hasta el 0,75 por ciento. La portavoz de Ciudadanos Cortes Cano justificó ese hecho en que la rebaja propuesta por el gobierno municipal simplemente compensaba la actualización catastral, por lo que no suponía una bajada real. La bajada propuesta (y aprobada) es para C’s legal y asumible, además, los vecinos notarán la rebaja. Teresa Giménez, por el Grupo Popular, señaló que el escenario para elaborar los presupuestos ha cambiado. La rebaja es asumible y realista, explicó la “popular” y supone que los vecinos notarán en el recibo la bajada del impuesto. Ambos grupos insistieron en que el superávit, que se ha usado en amortizar deuda, debe ser repercutido a los vecinos.
El concejal de Hacienda, Fran Barato, acusó al PP de hacer propuestas en la oposición que son contrarias a las que hacía cuando gobernaba. La del equipo de gobierno, explicó Barato, busca un ajuste equilibrado que no ponga en riesgo la estabilidad presupuestaria. Con la rebaja votada a favor por ambos grupos se dejarán de recaudar 500.000 euros. Esa bajada a los vecinos les va a suponer 10 o 15 euros, explicó, cantidad importante para algunos, pero supone que el Ayuntamiento deje de recaudar medio millón de euros con los que se pueden hacer muchas cosas. Por su parte, la alcaldesa señaló que no va aceptar lecciones del PP, acusándoles de haber subido el IBI 140 euros para una casa media en los últimos 10 años. Manifestó Jiménez que Ciudadanos y el PP están aprobando poner en jaque las cuentas del Ayuntamiento de Tomelloso y en riesgo los ingresos, además de querer reducir la actividad del gobierno municipal. La oposición de ambos partidos no es responsable ni seria, aseveró, sino que trata de poner entre las cuerdas al equipo de gobierno, además de poner en riesgo la campaña iniciada para recabar Fondos Europeos.
En cuanto a la Contribución de Rústica pasó del 0,40 por ciento al 0,35 por ciento por 14 votos a favor y la abstención del Grupo Popular a quien se le rechazó una enmienda para llegar al 0,30 %. Por unanimidad se aprobó la bonificación del I.A.E. del 50 % el primer año de tributación y del 40 %, 30 %, 20 % y 10 %, en los años siguientes, hasta el quinto.
Se aprobó con el voto en contra del PP y la abstención de IU la actualización del Impuesto de Circulación, subiendo una décima el coeficiente a aplicar, que supondrá un aumento del 0,6 por ciento —según explicó el concejal de Hacienda— del “número”. Fue rechaza la enmienda de los “populares” que preconizaban una rebaja del 20 por ciento en camiones y autobuses, como apoyo a las empresas. En este punto se produjo un receso en el que la Secretaria y los portavoces aclararon las distintas posturas con respecto a la enmienda.
Por unanimidad se aprobaron el resto de las modificaciones propuestas. En la Tasa de entrada de vehículos se rebajó la cuota de las viviendas individuales y se aumentó para las cocheras colectivas. Se eliminó un tramo impositivo en los servicios de recogida de animales y otro en la tasa de ocupación con andamios. En cuanto a la bajada de la tasa por la prestación de servicios de piscinas, pistas y otras instalaciones deportivas no se tuvo en cuenta la enmienda presentada por el PP de una baja lineal del 20 por ciento y la exención de las mismas a las asociaciones y sí se aprobó por unanimidad la propuesta del equipo de gobierno de una rebaja de entre el 5 y 15 por ciento, dependiendo de la actividad.
El último punto del orden del día supuso un largo enfrentamiento dialectico entre tres de los concejales del Consistorio a cuenta de la moción de IU en contra de la Ley de Seguridad Ciudadana. Así, el portavoz de IU, Rafael Quesada, con el desparpajo que le caracteriza; el concejal del PP Carlos Cotilas, que hizo gala de su apabullante y minucioso discurso y la concejala del Grupo Socialista, Ana María Martínez Losa, sobria pero efectiva, debatieron sobre la citada ley. Obviamente, Quesada y Martínez dudando de la legalidad del precepto y Cotillas, como no podía ser de otra forma, alabando sus virtudes. Al final salió adelante la moción con los votos a favor de PSOE e IU, la abstención de UPyD y C’s y la negativa del PP.
El Grupo Popular presentó una moción de urgencia en la que pedía que se dejase sin efecto el cambio de finalidad del Plan de Obras, que se realicen las remodelaciones de las calles Azucena y Donantes de Sangre y que sea demolida la casa del Gallego. La secretaria puso en duda la legalidad de uno de los puntos de la misma y al ser rechaza por el pleno la urgencia de la moción, ésta no fue debatida.
Un largo turno de ruegos y preguntas y la intervención final de los ciudadanos (en dónde nuestra compañera de El Periódico del Común de la Mancha, señaló la dificultad que supone para los vecinos poder participar a la 1:30 de la madrugada, como era el caso) puso fin al pleno de octubre.