“Diario de nómada” es el título de la nueva exposición que podrá visitarse en la Posada de los Portales a partir del jueves. Su protagonista será Manuel Buendía, que presentará sus últimos trabajos extraídos de las series “África”, “Dieta mediterránea”, “En la tierra” y “En el mar”. Todas las series están interrelacionadas sobre la idea del nomadismo y el sedentarismo, y son una especie de autobiografía que recoge en una sola muestra las obsesiones plásticas y narrativas de toda la vida del artista.
En ésta muestra se podrán ver 62 obras, incluidas dos piezas distintas: dos libros de artista, un género muy de moda con unas grandes posibilidades plásticas. Además en las vitrinas de la Posada de los Portales se expondrán acuarelas sin enmarcar, accesibles para todos los bolsillos.
Es la primera vez que expone individualmente en la Posada de los Portales, si bien, ya había participado en dos colectivas en este mismo centro cultural a beneficio de Cáritas. El pasado año su obra se pudo contemplar en distintos puntos de la geografía nacional como Olot, Madrid, Málaga y Alcoy e incluso participó en una exposición colectiva itinerante que viajó por distintos países sudamericanos como México, Costa Rica, Perú, Argentina y Chile.
La exposición del jueves será inaugurada a las 20´30 h y se podrá visitar hasta el 19 de abril.
Manuel Buendía es un pintor de acuarelas (que no acuarelista), nacido en Tomelloso, y que utiliza el realismo como lengua materna para expresar emocionalmente su sensible mundo interno. Prolífico y ecléctico en la búsqueda, carga con su cuarta dimensión cualquiera de sus trabajos. Obsesivo en captar la radiación no fotónica de la imagen, se sumerge en la búsqueda de la energía cohesiva que une las cosas con las circunstancias. Así, todas sus obras -las cuales no se suelen repetir aunque pertenezcan a una serie- llevan plasmado en colores una intención latente que se percibe por encima de las formas, pudiendo el espectador captar esa cuarta dimensión, sin necesidad de ser un experto en arte.
Pero si queremos dar un paso adelante, para entender en profundidad las acuarelas de Manuel Buendía, será necesario romper con cánones de razonamiento tradicional y aceptar la idea oriental de que el agua es el vehículo de las emociones. Una lágrima explica con contundencia este proceso a cualquier escéptico. Así podemos explicar por qué en sus desnudos las sombras describen una personalidad por encima de la definición de las formas, la luz no es la externa, sino que surge del interior del cuerpo femenino, relatando momentos de alto contenido erótico, o la sensación en sus escenas urbanas de estar observando un instante en la historia de alguien. Sus paisajes no muestran naturaleza, hablan más bien de personajes escondidos en pequeños detalles, con esas escenas donde los árboles seccionados visualmente, como sacados de su contexto, parecen personajes dentro de un escenario caótico pero ordenado al mismo tiempo.
También le gusta retratar escenas de cocina, pero no esperen bodegones, aquí aparece su pintura ¨del deleite¨, porque además de pintor, Manuel Buendía es un gran cocinero. Aquí la narrativa salta por encima de la imagen, aún para el espectador menos entendido, todos sus elementos gozan de sentido directo, si hay cinco sardinas en un pincho es porque alguien ha de comerlas.
Actualmente se encuentra trabajando en su serie ¨ÁFRICA¨, proyecto derivado de su antiguo «Cuaderno de viaje», donde evolutivamente como artista, explora su conciencia investigadora y perceptora que penetra de la realidad del poder masculino de la luz solar.
Dueño de un manejo alquímico sobre los materiales, domina con soltura, gracia y seducción la temible técnica de la acuarela que no admite correcciones y que desde un punto de vista Junguiano, ofrece al artista el mejor medio para plasmar su inconsciente y su intención narrativa. Con todo, no es un acuarelista al uso, adentrándose más allá de lo que dicta la ortodoxia para conseguir sus fines.
Es la conjunción de la trama del papel, con el elemento agua, tan arraigado a nuestros sentimientos lo que permite captar el flujo creativo, el mensaje, la información añadida que hace crecer con el tiempo una pintura. Buendía consigue así una fluidez de efecto narrativo que no deja indiferente a nadie, consolidándose a pie firme como un autor que crece con el tiempo.
Cristina Gargiulo – Escritora, guionista y autora teatral.