La lluvia y el tiempo desapacible no han impedido que este domingo, a la hora fijada y con puntualidad británica, se iniciase la procesión de San Antón. El santo, seguido por el cortejo de mascotas y sus dueños, partió de la parroquia de La Asunción hasta su ermita de la calle Doña Crisanta.
Una vez allí, los animales han pasado por delante de San Antonio de Egipto, mientras que don Matías, el párroco de la Asunción, los bendecía y aspergía sobre ellos agua bendita. Una doble bendición, pues ya iba haciendo falta una lluvia como la de este domingo.
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