El mítico periodista radiofónico Luis del Olmo, será nombrado Embajador del Vino de FENAVIN 2015 y recogerá su distinción en la entrega de galardones el próximo 12 de mayo, a las 18 horas, en el Salón de Actos de la Feria Nacional del Vino, en Ciudad Real.
Este evento, presentado por Olga Viza, congregará a todos los premiados de esta edición, entre ellos: Luis del Olmo, Ana Rosa Quintana, Conchita Martínez, Manuel Villanueva y Óscar Campillo. Sin duda, será uno de los momentos más mediáticos y entrañables de FENAVIN por la calidad profesional y humana de todos los premiados, que tienen en común su afición por el mundo del vino.
Un maestro de la radio española
Una larga y exitosa carrera radiofónica, con más de medio siglo de dedicación profesional–desde 1951-, ha llevado a Luis del Olmo a ser toda una institución y el comunicador más emblemático de nuestro país. Su voz nos ha acompañado siempre al otro lado de la radio y su valía le ha hecho merecedor de más de un centenar de premios. Aparte de su carrera en las ondas, del Olmo posee una faceta desconocida por el público que tiene que ver con su pasión por el Vino. Aunque reconoce que descubrió este mundo tarde, considera que es un fenómeno del que disfruta intensamente en estos años de su vida.
Para Luis del Olmo es un verdadero placer asistir a FENAVIN para ser investido Embajador del Vino. “Es un mundo que me apasiona y tras ocho Premios Onda no tenía ninguno por la vía del vino español”. Afirma que “es una gentileza recibir esta invitación por parte de la Feria Nacional del Vino. Un punto de encuentro nacional e internacional de profesionales, bodegueros, enólogos, distribuidores, importadores y consumidores en torno al vino que la convierten, durante su celebración, en el epicentro vitivinícola nacional”.
El Vino, la otra pasión de Luis del Olmo
La vinculación del emblemático periodista con el mundo del vino tuvo unos comienzos tímidos, que han derivado en un amor personal que ha ido creciendo paulatinamente. Estudioso y entendido, disfruta de él, en la mayoría de las ocasiones, en compañía de su familia y amigos y declara: “una copa de vino es capaz de transformar el ambiente y siempre con moderación se convierte en el Santo Espíritu”. Rotundo puntualiza: “no hay fiesta, ni reunión, si en la mesa no hay un vino”. Esta pasión se hace patente en su bodega personal, en la que atesora grandes añadas y también vinos más convencionales, que son ejemplo de la diversidad y riqueza que ofrece nuestro país y que salvaguarda con único objetivo: compartirlos en buena compañía.
Confiesa su hermandad con el vino y nos invita a “conocerlo, catarlo y saborearlo como signo de nuestra cultura, a amarlo y a descubrir sus matices”. Sin duda, el ámbito vinícola tienen en Luis del Olmo un gran exponente y considera que: “disfrutar del vino es un privilegio de nobleza”. Define a España como “un país millonario en vino”, en el que podemos encontrar referencias muy caras y muy baratas, pero si algo caracteriza a nuestros vinos es que son los mejores del mundo relación calidad-precio y podemos encontrar caldos más que aceptables por debajo de los cinco euros. Menciona el reto de acercar el vino a los jóvenes como la asignatura pendiente del sector y destaca su proyección internacional, sin desmerecer las regiones de las que proceden, ya sea Priorato, Penedés, Navarra, Utiel, La Mancha, Ribera del Duero o Rioja. En este sentido, se muestra muy orgulloso de las elaboraciones de sus paisanos del Bierzo y destaca la calidad de los vinos de su tierra que están logrado un merecido reconocimiento mundial.