El Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina (Toledo), ha incorporado un método de analgesia para mitigar el dolor en procesos diagnósticos y terapéuticos, especialmente en las urgencias traumatológicas y cura de heridas tanto en adultos como en niños.
Se trata del óxido nitroso, un gas cuyos efectos son muy rápidos y hacen que el paciente se sienta más relajado en procedimientos que pueden resultar molestos o dolorosos ya que produce una disminución mínima del nivel de conciencia que permite responder correctamente a la estimulación física y órdenes verbales.
Uso del óxido nitroso
En concreto, en el Hospital talaverano se ha incorporado su uso como analgesia en aquellas situaciones en las que el dolor es predecible y de corta duración, siendo en el servicio de Urgencias donde más se utiliza, explica Ricardo Juárez, responsable del mismo. “Es de gran utilidad en las urgencias traumatológicas y cura de heridas tanto en adultos como en niños”, asegura este especialista.
Precisamente una de las ventajas de este método es que permite a los profesionales actuar de un modo más rápido y controlado lo que resulta muy positivo sobre todo en la atención a la población infantil. De hecho, está demostrado que un control inadecuado del dolor en niños durante procedimientos médicos dolorosos puede producir efectos negativos a largo plazo en futuras respuestas y la tolerancia al dolor, así como experiencias futuras con el medio sanitario.
El óxido nitroso también se utiliza como analgesia en intervenciones dolorosas de corta duración, como punción lumbar, mielograma, cirugía menor superficial, desbridamiento de heridas, quemaduras, reducción de fracturas simples y luxaciones periféricas así como en punción venosa- arterial en niños. Así mismo, se utiliza como analgesia durante la dilatación en el parto y en la realización de histeroscopias.
Procedimiento y ventajas
Según el doctor Juárez “el procedimiento consiste en administrar dicho gas, compuesto por una mezcla al 50% de óxido nitroso y oxígeno, por vía inhalatoria mediante una máscara facial, que actúa como analgésico y como sedante al mismo tiempo”.
Las principales ventajas de esta técnica es que “no produce efectos secundarios para los pacientes, dado que están conscientes en todo momento, y solo requiere unos pocos minutos para que pasen sus efectos”, asegura este especialista.