La presidenta regional del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, considera que no necesita «enviar ninguna carta» de renuncia a los privilegios que le corresponden por ley como expresidenta de Castilla-La Mancha, a los que ya renunció explícitamente hace más de cinco años, que «nunca» ha pedido y cuya eliminación ha solicitado.
Así lo indica en una carta –registrada este mismo viernes en el Palacio de Fuensalida y recogida por Europa Press– enviada por la responsable del PP al vicepresidente del Gobierno, José Luis Martínez Guijarro, en la que responde al requirimiento realizado por el Ejecutivo regional para que formalizase «de forma expresa» su renuncia a los derechos que la Ley del Gobierno y el Consejo Consultivo reconoce a los ex presidentes.
En la carta, Cospedal indica que «nunca» ha tenido intención de acogerse a los derechos reconocidos a los ex presidentes en esa ley, como ha «puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones», tanto en los medios como en las Cortes, en la oposición y durante el ejercicio de sus funciones como presidenta de la Comunidad Autónoma.
Dicho esto, recuerda que ya el 18 de noviembre de 2010, estando en la oposición, el PP presentó una Proposición de Ley de reforma de esa ley «para suprimir privilegios» reconocidos en ella a los ex presidentes, siendo rechazada por el PSOE.
Por segunda vez, explica Cospedal en su misiva, el 8 de abril de 2013, el Grupo Parlamentario Popular volvió a presentar otra Proposición de Ley para revocar los privilegios a los ex presidentes, siendo rechazada también por el PSOE, al no obtener la mayoría necesaria.
Finalmente, continúa la carta de la presidenta regional del PP, el Grupo Popular presentó el 14 de septiembre de 2015, otra Proposición de Ley para suprimir los privilegios, siendo rechazada de nuevo por los socialistas.
«No deja de ser curioso que esa formalidad se exija en este momento, cuando renuncias explícitas de dos ex presidentes –en referencia a la suya y la del socialista José María Barreda–, llevan funcionando en Castilla-La Mancha desde hace más de cinco años», detalla María Dolores de Cospedal en su carta.
Además, subraya que «no se cita la norma que exige una renuncia por escrito ni la ley que establece la forma de hacerlo», y que dicha renuncia, estando en vigor los artículos de la ley referida, «no impediría que en el futuro se volviesen a solicitar los derechos que en ella se reconocen».
Para finalizar, Cospedal insta al Gobierno regional o a su Grupo Parlamentario a «eliminar todos los preceptos en cuestión que reconocen los tan citados derechos de los ex presidentes de la Junta por el trámite más breve posible».
TRAMITACIÓN
El vicepresidente de Castilla-La Mancha envió una carta a los tres ex presidentes autonómicos, José Bono, José María Barreda, y María Dolores de Cospedal, explicándoles el proceso administrativo que había que seguir para poder formalizar la renuncia a los privilegios derivados de su cargo, toda vez que el Consejo de Gobierno comenzó a tramitar la formalización de su renuncia a las condiciones que la Ley del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha les reconoce.
Dentro de dicho proceso, Bono, Barreda y Cospedal debían presentar su renuncia «de modo fehaciente y formal», haciéndolo «por escrito ante cualquier oficina de registro público de la Administración regional». El portavoz del Gobierno castellano-manchego, Nacho Hernando, avanzó esta semana que la Junta había recibido ya las cartas de renuncia de los expresidentes José Bono y José María Barreda.