Un total de 55 alumnos de distintas universidades, seleccionados entre un total de 222 solicitantes, han comenzado este mes sus prácticas externas en empresas en Caja Rural Castilla-La Mancha, tanto en las oficinas de su red comercial como en los Servicios Centrales de la Entidad, con una duración de tres meses.
De esta forma, Caja Rural Castilla-La Mancha promueve la incorporación de jóvenes al mercado laboral, dotándoles de la experiencia necesaria que necesitarán en el futuro.
Caja Rural Castilla-La Mancha es una de las empresas de la Comunidad Autónoma que mayor oferta de prácticas convoca anualmente entre los jóvenes universitarios de la región y de comunidades limítrofes como Madrid y Ávila, que constituyen la principal cantera de la que se nutre su plantilla de trabajadores.
Los alumnos proceden principalmente de los Grados de Administración y Dirección de Empresas (ADE), Economía, Derecho y Gestión y Administración Pública, y las prácticas son fruto de diferentes convenios de colaboración entre Caja Rural Castilla-La Mancha y las Universidades de Castilla-La Mancha, Carlos III, Católica de Ávila, Autónoma y Rey Juan Carlos.
Optar a un posible empleo
Las prácticas en empresas son la mejor manera de acreditar las competencias profesionales de los alumnos, que podrán adquirir nuevos conocimientos y optar a un posible puesto de trabajo en la Caja.
Tal es así que el 72 por 100 de los estudiantes que han hecho prácticas en Caja Rural Castilla-La Mancha han sido contratados en un plazo inferior a tres años desde la finalización de su beca.
Según el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, Víctor Manuel Martín López, “hoy día toda empresa requiere empleados formados, pero también experimentados”. En su opinión, “tan relevantes son los conocimientos adquiridos en la etapa universitaria como las capacidades desarrolladas en instituciones o empresas como la nuestra, porque es en ellas donde finalmente se demuestra con hechos la validez y destreza de vuestra instrucción”.
Martín López recuerda que ésta es una Caja «cercana, con un marcado carácter humano, que construye con sus clientes relaciones a largo plazo basadas en la confianza, la honradez, la profesionalidad y el trabajo en equipo, y que combina las dosis justas de experiencia y juventud, sabiduría y garra, coraje y fuerza».
Caja Rural Castilla-La Mancha lleva 50 años desarrollando y perfeccionando una forma de hacer banca que pone en el centro a los clientes por encima de los productos.