Como cada 21 de marzo, celebramos el Día Forestal Mundial, una fecha en la que hay que recordar la importancia esencial que tienen los bosques para la protección de nuestra naturaleza, como auténticos pulmones de nuestro Medio Ambiente.
Pero, en esta jornada, no se trata solo de poner de relieve la necesidad de cuidar nuestra masa forestal. La concienciación sobre el respeto y el cuidado del Medio Ambiente es algo vital para todos. De su buena ejecución depende el futuro de nuestro planeta, en definitiva, el futuro de nuestros hijos.
Entre las maravillas con las que cuenta nuestra región, se encuentran los bosques que componen la gran masa forestal de que disponemos. Más de tres millones y medio de hectáreas revisten Castilla-La Mancha, aportándonos oxígeno, llenándonos de vida, luchando contra el cambio climático y ofreciéndonos posibilidades económicas y de creación de empleo, especialmente en las zonas rurales.
La fecha de hoy, también conocida como Día Mundial del Árbol, se celebra todos los años el 21 de marzo, fecha que coincide con la llegada de la primavera en el Hemisferio Norte, y que pretende fomentar el cuidado de las áreas verdes de nuestro planeta, e inculcar el respeto por las superficies arboladas.
Gracias a este día, propuesto en 1969 en el marco de un Congreso Forestal Mundial que se celebró en Roma y que fue aceptado por la FAO dos años después, todos recapacitamos sobre la importancia de proteger una de las fuentes principales de la vida. En esto, estamos muy concienciados los castellano-manchegos, porque sabemos valorar la necesidad de cuidar y proteger nuestros espacios verdes.
Decía Alexander Graham Bell –paradojas de la vida, inventor del teléfono- que, de vez en cuando, vale la pena salirse del camino y sumergirse en un bosque, porque se encuentran cosas que nunca se han visto. Esa actitud de búsqueda continua de los elementos que se encuentran en la naturaleza debe guiar nuestras vidas, para que tengamos muy presente todo lo que el Medio Ambiente nos aporta.
Los datos de los incendios forestales, que desgraciadamente
se producen todos los veranos, en Castilla-La Mancha marcan una buena tendencia que estoy segura seguirá mejorando. En 2013, se produjeron casi un 40 por ciento menos respecto al año anterior. Gracias al esfuerzo y a la concienciación de todos, quiero resaltar que la superficie forestal quemada ha descendido en un 60 por ciento en términos interanuales, unos datos que dan a entender la precaución de los ciudadanos con el fuego, que es el mayor enemigo de nuestros bosques.
Este respeto de toda la sociedad castellano-manchega hacia el Medio Ambiente debe estar reflejado en los organismos públicos e instituciones sociales para que, entre todos, consigamos propagar la importancia de la naturaleza y dar ejemplo del cuidado por nuestro medio ambiente.
María Dolores Cospedal
Presidenta de Castilla-La Mancha
