Este domingo el Teatro Municipal de Tomelloso puso en escena la ópera Aida de Guiseppe Verdi. La tragedia de la etíope Aida y el egipcio Radamés levantó los aplausos del público que llenaba el coliseo tomellosero.
Concerlirica Internacional y el Teatro de la Ópera Nacional de Moldavia pusieron en escena esta obra, en cuatro actos, basada en la versión francesa de la historia propuesta por el egiptólogo AugusteMariette.
Aida, esclava, hija del rey etíope Amonastro, estuvo interpretada por la soprano Rodica Picirenau. El tenor Román Coren hizo de Radamés. A Amneris, hija del faraón, le dio vida la mezzosoprano Ana Maksudova.
En esta ocasión, Radamés será el tenor Román Coren, Aída será la soprano Rodica Picirenau y Amneris, la hija del faraón la mezzo ucraniana Ana Maksudova. El Faraón de Egipto fue el bajo Maksim Ivaschuk. El barítono Petru Racovita hizo el papel de Amonastro, Rey de Etiopia y padre de Aída. La orquesta estuvo dirigida por Gheorghe Stanciu.
Aida es uno de los títulos más populares de todo el repertorio operístico, un título de envergadura, de gran ópera y fue compuesto por Giuseppe Verdi para la inauguración del Canal de Suez, pero por una serie de circunstancias no se pudo estrenar en esos fastos inaugurales y su estreno fue en la Ópera de El Cairo el 24 de diciembre de 1.871. Verdi no pudo asistir por estar preparando su estreno en la Scala de Milán en 1.872.
Desde entonces no ha dejado de representarse y la famosa «Marcha Triunfal» es mundialmente conocida, así como las arias «Celeste Aida», «O patria mia.
Esta ópera narra una historia de amor truncada por las circunstancias, un romance fallido con final dramático en la que los personajes se dejan guiar por los sentimientos. Ambientada en el Egipto faraónico, narra la pasión entre Aída —una princesa etíope, pero esclava en Egipto— y Radamés— militar egipcio y comandante de las fuerzas que ocuparon la tierra de Aída—. A este amor se oponen Amonasro -padre de Aída-, que exige venganza y Amneris- hija del faraón-, que también ama a Radamés.
Las palmas, ovaciones y bravos no faltaron en todas las partes significativas de la ópera, arias, dúos, concertantes, coros…
Tras las más de tres horas de la representación, al finalizar ésta, los artistas recibieron los aplausos del público, como es tradicional, empezando por el coro, solistas y director. Los asistentes puestos en pie, tras esta gran noche de ópera en el Municipal de Tomelloso aplaudieron una vez más a todos los componentes que ocupaban el escenario.
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