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viernes, 20 diciembre
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La caótica calma de Japón, fotografías de María López Castellanos en la Sala CICATO de Tomelloso

Japon Caos Calmo 4

Este viernes se inauguró en la Sala CICATO de Tomelloso la exposición de fotografía de María López Castellanos titulada “Japón caos calmo”. La muestra va a estar hasta el 25 de mayo en ese espacio cultural. La autora quiere reflejar con ella las contradicciones del país nipón.

María vive y trabaja en Alicante me fui allí a estudiar Historia. La acabé e hice Biblioteconomía. Trabajé un tiempo en la administración como funcionaria, hasta hace dos años”. Lo dejó todo y se marcho a estudiar a Madrid “quería ser profesional de la fotografía, desde 2006. Estudió en la escuela de fotografía EFTI de Madrid. Actualmente colabora como fotógrafa en el ABC de Alicante, en una sección sobre bodegas, vino y enoturismo de la Comunidad Valenciana.

Plasmar la belleza

No sabemos si habrá disciplinas tal alejadas entre sí como la Historia o la Biblioteconomía de la fotografía. “No tienen nada que ver. Pero a mi siempre me había gustado la fotografía, desde el colegio”. La que nos reúne es la primera exposición individual de María López Castellanos, había expuesto en una colectiva en Barcelona, en una galería de arte y ahora también estoy en otra colectiva en Alicante”. María no es muy partidaria de presentarse a concursos, “prefiero las becas, como por ejemplo la Lens y otrás así”.

La fotografía es una expresión que siempre tiene que luchar por ser considerada arte, parece como si fuese la hermana pobre de las artes, o una especialidad artística más sencilla: encuadrar y apretar el botoncito. “Considero que la fotografía es un arte, pero yo no me considero una artista… El arte como arte es una forma de expresión. Plasmar la belleza de lo que tú entiendes como algo bello, aunque sea un rincón o una esquina mugrienta… pero a ti te puede parecer bello, por la luz o mil cosas. Como forma de plasmar la belleza, la fotografía es un arte”.

La fotografía y viajar, son dos premisas para María. Conocer otras culturas y como estas condicionan la personalidad del individuo. Ha viajado por Europa, Estados Unidos, India, Nepal, diferentes países de Asia, Camboya, Vietnam, Tailandia. Siente una especial atracción por la cultura asiática y sobre todo por Japón. A ese país está dedica la muestra que se inaugura.

La búsqueda de la armonía

Nos metemos de lleno en la exposición, “Japón caos calmo”, ¿por qué el país del sol naciente?. Nos parece —y así se lo señalamos—, que ella misma da una imagen japonesa, como de un dibujo de Hokusai. El corte de pelo, la suavidad de sus formas, la tranquilidad de sus palabras, “eso es un cumplido”, asegura. “Me gusta mucho Japón. Hay mucha gente a la que le gusta ese país por el el manga, o todo eso que nos choca tanto a los occidentales. A mí me gusta más desde el punto de vista de la filosofía que tienen, la búsqueda de la armonía y de la perfección en todo lo que hacen… son educados, muy amables. Como pueblo me encantan”.

María recorrió Japón, durante varias semanas, tomando como punto de partida Tokyo visitó Miyajima, Koyasan, Yokohama, Nikko, Kyoto, Nara, Arashiyama, Kamakura, Osaka e Hiroshima. Lo que más sorprendió a María fueron los contrastes. Esa disparidad entre la tradición y la modernidad, la tecnología… y sobre todo, la delicadeza de la gente”.

Esa armonía que transmite Japón no sabemos si será cierta, o un lugar común. “Salvo Akihabara, en Tokyo, que es un sitio estresante, en los demás lugares que visité sí es cierta. Pero sobre todo el silencio, muy alejado del ruido de otros lugares de Asia. Estás en el metro a las ocho de la mañana, que es un locura, con los empujadores de guante blanco, comprimiendo a los pasajeros en los vagones, y no hay ni un ruido… Forman filas para todo, es el orden total, son los más ordenados del mundo. Hasta en los pasos de peatones hay pies marcados para que sepas donde tienes que pararte para hacer cola”.

Los entresijos de la sociedad japonesa

La fotógrafa, en esta selección de imágenes, ha huido de los arquetipos del país, mostrando lo que tiene más que ver con su deseo de comprender los entresijos de la sociedad japonesa, tan complicada y que tanto le fascina. Los contrastes, enfrentando tradición y modernidad. “En esta fotografía hay un parque zen, perfecto, cuidado al detalle con rastrillo y tijeras, sin una brizna que sobresalga… y un edificio moderno. A mí no me parece feo ese contraste, es más, lo veo dentro de esa armonía”.

Hablamos de la dificultad de ser japonés, frente a, por ejemplo, lo sencillo que es ser manchego. Esto último nos permite ser indolentes, equivocarnos… “La sociedad japonesa es muy dura con el individuo. Éste no importa. El individualismo está mal visto. Occidente mira a oriente y al revés, pero somos muy diferentes. En Japón el éxito está mal visto, no está bien destacar, hay que pasar desapercibido”.

Mientras charlamos recorremos la muestra, parándonos en las imágenes. Hay elementos de la sociedad tradicional japonesa junto al Japón más vanguardista. Muchas fotos son realistas, documentales, diríamos, pero a la vez con una visión artística. Otras son suaves y armónicas, como la esencia de esa tierra extraña de Cipango.

Retratos como proyecto

Bogas Bus

Es la primera vez que expone en Tomelloso. Me hace mucha ilusión exponer en mi ciudad y en este espacio”.

María tiene entre sus proyectos hacer retratos. “Me gusta mucho el retrato, pero también el entorno que ocupamos y como nos condiciona como personas”.

La muestra va a estar hasta el 25 de mayo en la Sala CICATO. Después, María tiene la intención de llevarla al Japón.

Más fotos de María López Castellanos en su Flickr

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