Con el Teatro Municipal abarrotado, este sábado se celebró el acto central de las celebraciones que con motivo del 250º Aniversario de la Independencia de Tomelloso de la villa Socuéllamos se están celebrando en nuestra ciudad.
En los prolegómenos del espectáculo homenaje, la concejala de Cultura, María Dolores Coronado, nos contó que ha sido la primera vez que se ha conmemorado este acontecimiento, nunca nadie en estos dos siglos y medio pensó en celebrar nuestra independencia de Socuéllamos. Coronado aseguró que se ha buscado el mayor número de participantes en el montaje que íbamos a ver, “calor humano en el escenario, el escenario lleno de tomelloseros, porque vamos a rendir homenaje a quienes nos han precedido, haciendo de Tomelloso referente social, cultural y económico”. Coronado ha agradecido el trabajo de todos los que han participado en el acto.
Gracias al esfuerzo de los tomelloseros
Carlos Cotillas, alcalde de Tomelloso, pone en valor la importancia de lo que ha ocurrido en este cuarto de milenio, “hemos pasado de ser una aldea que emerge al amparo de otras poblaciones, que gracias al trabajo de sus vecinos se ha convertido en una ciudad del siglo XXI”. En donde siguen teniendo vigencia los valores iniciales, afirmó Cotillas, “el esfuerzo, el trabajo, la lucha cotidiana, la búsqueda de la felicidad, la unidad en el esfuerzo común y seguir soñando con nuevas metas”. Estos dos siglos y medio han hecho de Tomelloso una de las principales ciudades de Castilla-La Mancha, “un buen motivo que festejar”, aseguro el alcalde, pero también “para coger impulso y que el doscientos cincuenta años y un día, sigamos haciendo más felices a quienes viven con nosotros”. Tras doscientos cincuenta años Tomelloso sigue siendo una ciudad de acogida “en la que conviven sesenta nacionalidades distintas, de diferentes edades. Una ciudad sin fronteras ni murallas, que solo tiene caminos de conexión y que hace que quien a Tomelloso llegue, se sienta de Tomelloso”.
La satisfacción de los padres
La representante de Socuéllamos, Pruden Medina, primera teniente de alcalde demuestra el orgullo por el lugar al que ha llegado Tomelloso, “desde aquel año que decidieron venirse algunos socuellaminos, gente de bien y trabajadora, al Pozo de Tomelloso, a estos campos de tomillos”. “Nos consideramos los padres de Tomelloso, donde nuestros hijos se desarrollaron”, recalca Medina, “llegó el momento de la independencia, como en cualquier familia, cuando los hijos alcanza la mayoría de edad, vuelan”. Para los padres, afirma la representante de Socuellámos, no hay mayor satisfacción que ver en lo que se han convertido aquellos socuellaminos.
Lo que nos ha hecho ser lo que somos
Una vez dentro del el teatro, pudimos contemplar el espectáculo. Un sobrio montaje, como la constante de nuestra ciudad, con el que se rindió homenaje a quienes nos precedieron. En un escenario sin adornos —epítome de la existencia de nuestro pueblo: la supresión de la estética, tal vez accesoria, por el alimento, siempre necesario—, se fueron describiendo los hitos que han hecho de Tomelloso lo que somos.
Con la soberbia conducción de Ricardo Ortega y Ángela Lozano, apoyados por la música que Mari Eli blanco interpretaba al piano, actores de distintas compañías de Tomelloso, como un coro griego, reafirmaban con sus gestos, palabras y pantomimas incluso, los episodios más significativos de estos dos siglos y medio. Se rememoró el momento de la independencia, tomada con el escepticismo y la sorna que nos caracteriza “villa o pedanía, el campo sigue ahí”, decía una de las actrices.
Tras ello nos llevaron a la construcción de la Posada de los Portales, erigida no sin controversias, pues ya existía otra, la del Rincón. Se construyó, nos contaron, para que las personalidades que pasasen por aquí, tuviesen un lugar digno para descansar.
Las malas y las buenas noticias
Pero —como todo el mundo sabe— nuestra historia está llena de catástrofes, las fiebres tercianas, en las que murió tanta gente que fue necesario construir un cementerio nuevo, o el cólera, en la que recogían los muertos con carros. La guerra de la Independencia, a la que no hicimos ni caso, parece ser que en la Primera Guerra Carlista si hicimos algo más, incluso hubo reclutamiento… La Revolución de los Consumos, “cuando se suman dolores de bolsillo y de estómago, ¡ay de quien esté por delante!”. Como consuelo y como seña, tal vez de identidad, “las epidemias han matado a más tomelloseros que las guerras”.
Pero ¿y las buenas noticias? El alcohol, sobre el que se levanta Tomelloso y hace que la población crezca como la espuma, finales del XIX y principios del XX. Y nuestra mayor leyenda, la compra de tierras lejísimos y la quintería. El bombo, la solución al problema del abrigo estando lejos. El patrimonio histórico, al que no hemos hecho ni caso, el duro trabajo del campo, la valentía… todo envuelto con las notas de Glass que Mari Eli saca magistralmente del piano, dolorosas y escuetas, como una muralla de piedra caliza, como el trabajo agotador.
La suma de todas las vidas
Y para acabar, un repaso de todo y con bulla—no en vano “nosotros somos el pueblo y aquí disponemos a nuestro antojo”— del siglo XX y XXI, la luz eléctrica, el tren, Tomelloso ciudad, el agua potable, el pantano, el mercado, los teatros, la guerra civil, la posguerra, el hambre, la iniciativa individual, las cooperativas, la traída de la Virgen de las Viñas, un poco de reivindicación y un mucho de alegría y sorna…
Como dijo Ángela Lozano, “la historia de Tomelloso, como la de cualquier otro lugar, no es más que la suma de todas las historias, la suma de todas las vidas que de una manera u otra han contribuido a construirla”.
Los niños del Conservatorio salieron a cantar el “Cumpleaños Feliz” y para acabar se entregó un facsímil de la “Ejecutoria de la Villa de Socuéllamos” a Pruden Medina, representante de nuestra villa matriz y a Carlos Cotillas, alcalde de Tomelloso.
Un montaje brillante y sobrio, que nos ha emocionado, nos ha hecho reír y nos ha sacado esos “¿ves?”, tan nuestros. Con el tiempo justo, las palabras precisas y los episodios necesarios. Nos ha gustado… y mucho. ¡Enhorabuena a todos!
Ah, y lo del vídeo, que se nos olvidaba. Lo del vídeo ha sido una situación sin importancia que ha servido para abundar, aún más, en la profesionalidad de los que estaban sobre las tablas, principalmente los presentadores, Richi y Ángela.
Participaron en esta aventura:
ACTORES: Roberto Carretero, Mercedes González, Montse García, Loli Blanco, Carlos Torres, Anabel Corral, Lázaro Martínez, Nieves Jiménez, Felipe Fuentes, Pilar Requena, Noelia Muñoz, Raúl Zatón, Cristina Marín, Carmen Abad, Alfonso Nieto, Chari Hernández, Milagros Blanco, Carmen “Pitu” López, Sergio, Beatriz Muñoz.
PRESENTADORES: Ricardo Ortega y Ángela Lozano.
GUIÓN: Ricardo Ortega. Con la colaboración de Vicente Morales.
DIRECCIÓN: Ana Lomas y Sonia Ruiz.
PIANO: Marieli Blanco y la colaboración de Ana Lara. Niños del Conservatorio.
VÍDEO: Luis Moraleda.
CARTEL: Roberto Carretero.
TÉCNICOS: Sonia Perales y Esteban Ponce.
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