Por segundo año consecutivo, en lo que se va a convertir en un clásico de la Cuaresma tomellosera, Candilejas Teatro representó en el Teatro Municipal de Tomelloso “La Pasión de Cristo”, cosechando un gran éxito.
El Teatro Municipal de Tomelloso se llenó este pasado sábado, a pesar del importante número de actividades que había en la ciudad, para ver el segundo montaje que sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús representó Candilejas Teatro.
Este grupo aficionado, nacido en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Tomelloso, dirigido por Emiliano Morales, puso en escena más de treinta actores y cerca de una quincena de técnicos para llevar a buen puerto esta empresa.
Con un montaje sobrio, pero efectivo, fueron pasando por los episodios más significativos de esos días que cambiaron el mundo. Para esta ocasión han aligerado el montaje (o eso parecía al principio) introduciendo en los cambios de escena unos tramoyistas con mucha miga, a pesar de las risas iniciales, que dan cera a diestro y siniestro, introduciendo elementos para la reflexión.
La Pasión propiamente dicha está narrada en una suerte de flashback, los apóstoles y después María, en los Días del Luto, recuerdan a Jesús, responsabilizándose de que haya sido ajusticiado y reprochándose no haber hecho nada para evitarlo. Van transcurriendo las escenas de la Pasión, soberbiamente resueltas, in crescendo, hasta llegar al culmen del Vía Crucis y la Crucifixión. Tras ella, todo parece acabado, regresando a la primera escena, sin esperanza, hasta que Jesús Resucitado aparece en el escenario, mandando a los Apóstoles a compartir con el mundo lo que Él les ha enseñado.
La obra descansa sobre los hombros de un Jesús contenido que conmueve con su cercanía y da confianza, representado magistralmente por Carlos Sánchez. Una María maternal, que conjuga el llanto con el amor y la alegría a la que da vida Rosa Espinosa. Hay tres diálogos, monólogos más bien, destacables. En los dos primeros Nuestro Señor se enfrenta a Satanás y a Judas, devastadores y en los que se lucen Pablo Ortiz y Julián Ruiz. En el tercero, Jesucristo ya preso es llevado ante un Herodes descocado y avieso que interpreta con maestría Alejandro Ramírez.
Todo el elenco está brillante, en su sitio y trasmitiendo lo que quieren transmitir, el mensaje de Jesús. Se les nota que han cogido experiencia a este grupo de actores. Por ello, el público entregado, les premio con una ovación de las que hacen historia.
(Fotos: Rafa – Archivo Teatro Municipal)
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