El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha manifestado tras el acto de inauguración de la ampliación del Hospital Nacional de Parapléjicos que esta infraestructura se ha puesto un marcha por parte del Gobierno regional «con un año de retraso», además de que se trata de un proyecto que «forma parte de la herencia» recibida por la Junta del anterior Ejecutivo socialista.
En declaraciones a los medios, García-Page ha asegurado además que si la Junta «no se hubiera encontrado este proyecto tan avanzado, hoy no estaríamos inaugurándolo».
Tras celebrar que el centro hospitalario vea en marcha su ampliación, el primer edil toledano ha abogado por finalizar más actuaciones en la zona vieja del hospital, tras lo que ha celebrado que se sigan dando pasos en esta infraestructura, «porque es un motor de la ciudad del que estamos orgullosos».
En todo caso, el alcalde ha asegurado que «no se dejan venir a muchos pacientes de otras comunidades autónomas» al Hospital de Parapléjicos, extremo que ha sido desmentido por fuentes de la Consejería de Sanidad, que aseguran que se reciben a todos aquellos que quieran venir y que su tratamiento está financiado por el Estado.
INVITACIÓN MEDIA HORA ANTES
García-Page ha lamentado que como alcalde de Toledo haya recibido la invitación al acto de inauguración «media hora antes» del evento, y aunque ha dicho estar acostumbrado a «faltas de respeto», ha criticado que la ciudad ha estado a punto de no estar representada en la inauguración del hospital.
En este punto, ha denunciado el «proceso de desmantelamiento» del Gobierno regional hacia la Sanidad, y se ha mostrado preocupado por que «pase en Castilla-La Mancha lo mismo que en Madrid, que se achiquen con las privatizaciones para retomarlas en la próxima legislatura».
El alcalde toledano, que ha saludado a una decena de personas que se manifestaban a la puerta del hospital, ha asegurado que pondrá «pie en pared» para que Castilla-La Mancha «no caiga en una privatización» de la sanidad.