La reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha afrontará este miércoles su último trámite en el Pleno del Senado, donde se espera que el PP vuelva a rechazar una vez más los tres vetos y las diez enmiendas registradas por la oposición y de luz verde definitiva al texto que prevé una reducción de casi la mitad de los diputados de las Cortes regionales.
De ser así, la reforma, auspiciada por la presidenta de la Comunidad y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no deberá regresar al Congreso y quedará únicamente a la espera de ser promulgada y sancionada por el Rey y publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El que será el último debate parlamentario al que se someterá la propuesta de reforma estatutaria tendrá lugar a partir de las 16.00 horas de este miércoles. La Junta de Portavoces del Senado ha decidido establecer una hora fija de inicio para facilitar la asistencia de todos aquellos representantes castellano-manchegos que deseen acudir.
Según el Gobierno de Castilla-La Mancha, la reforma, que establece una reducción del número de diputados de las Cortes regionales hasta un intervalo de entre 25 y 35 parlamentarios, frente a la horquilla vigente de 47 a 59 diputados, es fruto de la voluntad «de la inmensa mayoría de los ciudadanos de la región y de los diputados del Parlamento regional» y atiende al objetivo del Gobierno castellano-manchego de hacer más eficientes las instituciones autonómicas.
«Los ciudadanos nos pedían una Administración coherente y ágil y que pudiéramos permitirnos en una región como la nuestra sin perjuicio de lo que otros puedan pensar o decidir en su capacidad de autogobierno», defendió el portavoz regional, Leandro Esteban, durante el debate que tuvo lugar la pasada semana en la Comisión General de Comunidades Autónomas, que elevó el texto al Pleno con el único voto favorable del PP.
«ATROPELLO A LA DEMOCRACIA»
No obstante, para los grupos de la oposición, que han rechazado en bloque la reforma desde que comenzara su tramitación parlamentaria en el Congreso, no es más que un intento de «pucherazo electoral» por parte de la presidenta de la región así como de uno de los mayores ataques a la democracia.
Así lo pondrán de manifiesto una vez más este miércoles durante la defensa de sus vetos y enmiendas. Tanto el Grupo Parlamentario Socialista como Entesa Entesa pel Progrés de Catalunya y el Grupo Mixto han mantenido para este último debate sus tres vetos y diez enmiendas que ya fueron rechazadas por la mayoría absoluta del PP la semana pasada.
«Es un atropello tremendo que introduce al sistema democrático en un callejón sin salida», denunció el senador, alcalde de Toledo y secretario general de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page, durante el debate en la Comisión General de Comunidades Autónomas.
Según el líder de los socialistas castellano-manchegos, el objetivo que persiguen no es otro que «hacer trampas» electorales para asegurarse la victoria en los próximos comicios. «Con la anterior ley, Cospedal no tenía nada que hacer y están intentando a la desesperada un pucherazo», sentenció García-Page, para criticar que el PP «no ha intentado ni un minuto hablar y tratar de alcanzar un consenso».